Los miembros de L'Arche de Zoé comparecen mañana ante un tribunal en París
Los seis miembros de L'Arche de Zoé condenados en Chad a trabajos forzados tendrán que comparecer mañana ante un tribunal de la región de París que tendrá que decidir cuál es la pena que tendrán que cumplir al no existir este castigo en el Código Penal francés.
GARA |
Veinte días después de su condena a ocho años de trabajos forzados por un tribunal de N´Djamena, los seis miembros de L'Arche de Zoé están citados mañana para comparecer ante un tribunal de la región parisina que deberá adecuar su castigo a la legislación francesa.
El fiscal de Creteuil, cerca de París, ya anunció que solicitará que se les aplique un castigo de ocho años de cárcel.
Eric Breteau, Emilie Lelouch, Alain Péligat, Philippe van Winkelberg, Nadia Merimi y Dominique Aubry fueron condenados en N'Djamena el 26 de diciembre a ocho años de trabajos forzados por «intento de secuestro de 103 niños chadianos».
El viernes, el presidente de la asociación, Eric Breteau, que se encuentra en huelga de hambre, tuvo que ser hospitalizado, por lo que se duda de que pueda comparecer en Creteil.
Los seis franceses fueron trasladados, con su consentimiento, al Estado francés dos días después de su condena para que cumplieran la pena impuesta en el marco del convenio de colaboración judicial suscrito por París y N'Djmena.
Adaptar el castigo
Al no existir la figura de los trabajos forzados en el Código Penal francés, el tribunal de Creteuil deberá adaptarla. Se espera que la sentencia se dé a conocer en quince días.
El convenio firmado por el Estado francés con Chad en 1976 establece que «las reducciones, liberaciones y otras modalidades de ejecución de las penas» corresponden a la Justicia francesa, pero tendrán que ser adoptadas después de consultar con el tribunal de N'Djamena y recibir su visto bueno.
Los abogados defensores denunciarán que en el juicio que se celebró en Chad contra los miembros de L'Arche de Zoé se conculcaron sus derechos, «por lo que la Justicia francesa no puede dejar las cosas tal y como están».