Remonte | Final del Parejas
Javier Urriza se doctora con el respaldo del mejor catedrático
El delantero logra su primera txapela tras 11 meses como profesional e Iñaki Lizaso logra el único título que le faltaba
GARA | HERNANI
Javier Urriza completó ayer una escalada vertiginosa como profesional del remonte al calarse la txapela del Campeonato Oficial de Parejas en el año de su debut. El delantero de Iruñea culminó su ascensión a la cima con el mejor apoyo posible, un Iñaki Lizaso que confirmó con su inmaculada actuación durante todo el torneo que se trata del mejor zaguero del cuadro.
Por su parte, Altuna I y Etxeberria III eligieron el día más determinante para completar su partido más discreto del Faustino, después de una trayectoria sobresaliente en los cinco choques anteriores. Esta vez se vieron desarbolados por una pareja que le puso ritmo, intensidad y acierto.
El encuentro arrancó con un Urriza muy enchufado. El navarro es inexperto en esta modalidad, pero acumula a sus 26 años un buen montón de partidos de mucho nivel, con dos finales de mundiales incluidas en sus tiempos de palista aficionado.
Él fue quien más velocidad le dio a la pelota, permanentemente asesorado por un Lizaso que ponía la batuta, la dirección y el saque: 4 tantos directos en su cuenta por ninguno de su rival en la zaga. Tras el buen arranque de los azules (0-5), Altuna I y Etxeberria III se aplicaron en su guerra de desgaste, de alargar los tantos y forzar errores hasta equilibrar la balanza (11-11).
Y entonces llegó el arreón decisivo, una tacada espectacular de Urriza y Lizaso, que sumaron 10 tantos consecutivos en un rato de KO técnico de sus rivales, demasiado esmerados en la defensa y poco en atacar la pelota (del 12-14 al 12-24).
Tal desventaja en un partido de este calado pesó ya como una losa para los colorados, que, además, tuvieron la fortuna de espalda cuando se decidieron a arriesgar para revertir la situación. Urriza y Lizaso siguieron con su ritmo imparable, que sólo terminó con el cartón 40.
«Estoy contentísimo, es una txapela que me hace muchísima ilusión. Había conseguido títulos antes con la pala, entre ellos dos mundiales, pero ésta es sin duda la txapela más meritoria de todas, esto es el mundo de la pelota profesional y hay muchísimo nivel», apuntaba un exultante Urriza al término del choque. Su compañero Lizaso logró la txapela que le faltaba en sus vitrinas: «Estoy muy contento, porque como ya dije en la final del Martiko, creo que atravieso el mejor momento de mi carrera deportiva». Por su parte, José Javier Etxeberria e Imanol Altuna no ponían peros a la derrota. «Ha sido un triunfo sin paliativos, porque a nosotros nos costaba 20 pelotazos hacer el tanto, y a ellos bastante menos». GARA