«Los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que les diga siempre la verdad»
Iñaki IRIONDO
El 13 de marzo de 2004, en vísperas de que el PSOE ganara las elecciones y ante una opinión pública estremecida, Alfredo Pérez Rubalcaba compareció en rueda de prensa en la sede de su partido, se felicitó por las detenciones de presuntos yihadistas, señaló que lo dicho por el Gobierno de José María Aznar con respecto a los atentados «no siempre se ha correspondido con la verdad» y concluyó que «los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que les diga siempre la verdad».
Estos días, el mismo Pérez Rubalcaba, hoy ministro del Interior, ha defendido hasta dos veces una versión de las lesiones que presentan Igor Portu y Mattin Sarasola que resulta inverosímil a la luz de los datos que se conocen.
Además, se confirma ya que -como había publicado GARA y desmentido el Gobierno español y el PSOE- lo dicho por el Ejecutivo y el partido de Zapatero sobre las conversaciones con ETA y con la izquierda abertzale «no siempre se ha correspondido con la verdad». Nadie puede ser tan ingenuo ni tan irresponsable como para pedir a un gobierno -ni a ninguna de las partes- que lo cuenten todo en materia tan comprometida. Incluso se puede comprender la extensión de cortinas de humo. El problema no es que se mienta, sino el cómo y el porqué. El problema es que todo parece indicar que Zapatero nunca afrontó en serio el proceso y por eso cambió de ministro del Interior al poco del alto el fuego, colocando a un maniobrero experto en manejar a la opinión pública.