La mala suerte no para de cebarse con Gorka Iraizoz. Su particular túnel parecía haberse acabado el pasado viernes, cuando los galenos le dieron el alta médica, pero nada más lejos de la realidad, ya que tras recaer deberá estar otros dos meses de baja.

El portero navarro se lesionó el pasado 13 de noviembre durante el transcurso de la eliminatoria de Copa frente al Hércules. Tras caer con evidentes muestras de dolor sobre el césped del Rico Pérez, los primeros indicios apuntaron a que el ex portero del Espanyol estaría alrededor de un mes de baja. Las pruebas así lo confirmaron y estimaron que el plazo de recuperación oscilaría entre cuatro y seis semanas.

Pasado ese tiempo, y cuando Iraizoz estaba cumpliendo los plazos, llegó el primer mazazo. El de Antsoain recaía-por primera vez- de su lesión y se despedía de la posibilidad de jugar más en 2007. Fechas en los que se especulaba con que la posibilidad de que pudiera cerrar el año jugando contra el Murcia.

Con la llegada de 2008, Aranzubia siguió actuando en los choques ante Hércules, Racing y Espanyol. Un encuentro clave, ya que el error del de Fuenmayor a la hora de salir en la jugada que propició el gol de Jonathan derivó en una catarata de silbidos contra el riojano.

Aquellas protestas generaron una situación de ansiedad colectiva en el entorno del equipo rojiblanco. Los aficionados eran conocedores de que Iraizoz se encontraba en la última fase de su recuperación y todos apostaron, desde Caparrós hasta los diferentes medios de comunicación, por el retorno del navarro al once. Sin embargo, las cosas no fueron como el de Antsoain esperaba y tras menos de media hora de juego volvió a sentir molestias en la zona de su «vieja» lesión. Aguantó algunos minutos más sobre el verde, pero poco antes del descanso tuvo que ser sustituido por Aranzubia. La palabra «precipitación» paso a estar en boca de todos.

Ayer, un medio afín a la directiva rojiblanca señaló que una clínica madrileña había dado el visto bueno a la reaparición de Iraizoz el pasado jueves. Pero, ahora, todo eso ha quedado en puro papel mojado. El portero rojiblanco fue sometido ayer a diferentes análisis que confirmaron los peores presagios.

La resonancia magnética no dejó lugar a dudas. Según el mismo al navarro «se le ha evidenciado una rotura de la cicatriz del tendón proximal del recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha». Una lesión que mantendrá al meta de Antsoain, al menos, dos meses fuera de los terrenos de juego.

Ahora, con esta nueva dolencia, se perderá ocho partidos de Liga y, como mínimo, uno de Copa. Todo a expensas de conocer si el equipo rojiblanco pasa a la siguiente ronda copera.

La enfermería está repleta

Gorka Iraizoz no es el único león que sufre problemas físicos. Y es que a pesar de que el suyo sea el caso más grave, la enfermería rojiblanca no dio abasto durante la jornada de ayer.

Pablo Orbaiz también cayó lesionado durante el partido del sábado con un esguince medio-tarsal en el pie derecho. Por otra parte, Koikili padece otro esguince en su tobillo izquierdo, Aduriz una sobrecarga en el sóleo, mientras que Gabilondo, Cuéllar, Etxebe y Zubiaurre ultiman su recuperación.