De acuerdo con los datos de la última encuesta del Banco Central Europeo (BCE) sobre préstamos bancarios en la eurozona, que fue elaborada entre diciembre de 2007 y la primera semana de 2008, los bancos endurecieron notablemente sus estándares crediticios en los préstamos a empresas, que pasó del 31% en el tercer trimestre al 41% en el cuarto trimestre, como reflejo del deterioro en las condiciones de los mercados financieros desde el pasado verano, así como por el empeoramiento de la situación de las entidades.

Asimismo, el informe muestra un incremento de las restricciones en los estándares de los préstamos a particulares para la compra de vivienda, desde el 12% en el tercer trimestre, hasta el 21% en los últimos tres meses de 2007. Además, las condiciones para los créditos al consumo y otros préstamos a los hogares también sufrieron un endurecimiento, desde el -3% del tercer trimestre, hasta el 10% en el cuarto trimestre, en comparación con el alivio experimentado en los requisitos de este tipo de productos en el trimestre anterior.

Este endurecimiento refleja «el deterioro de las condiciones del mercado financiero desde el comienzo de las turbulencias el pasado verano y un empeoramiento de la situación de los bancos», dijo el Banco Central Europeo.

Los bancos que han participado en la encuesta elaborada por el BCE constataron, por otra parte, que la demanda de préstamos por parte de los consumidores para la adquisición de vivienda en el cuarto trimestre del año disminuyó «considerablemente» y fue «significativamente negativa».

El informe destaca que las solicitudes de créditos al consumo y otros préstamos a los hogares también experimentó una «considerable» bajada durante el periodo hasta situarse en niveles negativos, tras la demanda ligeramente positiva registrada en el tercer trimestre.

Demanda de préstamos

Respecto a la demanda de préstamos por parte del sector empresarial, las entidades bancarias indicaron que durante los tres últimos meses del año se mantuvo «ligeramente positiva», aunque sufrió un descenso respecto al tercer trimestre.

Desde la anterior edición de la encuesta de préstamos bancarios, correspondiente a octubre, el Banco Central Europeo incluye entre las cuestiones a responder por las entidades participantes una serie de preguntas ad hoc respecto a las consecuencias de las recientes turbulencias en los mercados financieros sobre la concesión de préstamos, que del mismo modo que en la anterior encuesta, muestran la opinión de que sus efectos serán mayores en las condiciones de préstamo a las empresas que a los particulares.

Además, la encuesta realizada en enero revela que en todos los segmentos de préstamos ha aumentado la proporción de bancos que espera que las turbulencias financieras afectarán a los estándares de crédito en un periodo de tres meses, en el próximo trimestre.

En general, los bancos informaron de que las recientes dificultades en los mercados financieros han originado condicio- nes más difíciles de acceso a la financiación mayorista y prevén que continúe afectando a la financiación durante el próximo trimestre.

Medidas urgentes en EEUU

El origen de la crisis se sitúa en el crack de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, cuya economía se ha resentido desde entonces.

Pese a que las distintas autoridades norteamericanas rechazan hablar de recesión, el presidente estadounidense, George W. Bush, se mostró ayer partidario de poner en marcha un paquete de medidas fiscales por importe de 145.000 millones de dólares para reactivar la economía. Bush defendió públicamente la necesidad de crear un paquete de medidas urgentes para evitar que la economía estadounidense entre en recesión, como temen los expertos, y que debe incluir varias medidas de alivio fiscal, como devolución de impuestos e incentivos para la inversión.

La víspera, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, insistió en la urgencia de tomar medidas para reactivar la economía, aunque insistió en que el plan no debe extenderse mucho en el tiempo, para no perjudicar el déficit presupuestario del país. En su alocución, Bush coincidió en que el plan debe ser «temporal», aunque tiene que ser puesto en marcha «de inmediato», ante la constancia del daño que está haciendo a la economía la crisis inmobiliaria, la restricción del crédito y el alto índice de desempleo.