El efecto anfitrión condujo a Alemania al título en el Mundial del pasado año y, de momento, ha colocado a Noruega entre los favoritos para llevarse el presente Europeo. La selección escandinava se ha ganado a pulso esa condición en apenas dos días de competición, puesto que en la jornada inaugural se deshizo de Dinamarca en el derbi nórdico y ayer aplastó a Rusia de forma inapelable (32-21).

La intensidad con la que se empleó en defensa, lo que le permitió correr el contraataque, y la sobrehumana actuación de su guardameta Steinar Ege -firmó un 58% de efectividad, tras realizar nada más y nada menos que 29 paradas- le sirvió para lograr el pase para la siguiente ronda. El zurrón de puntos con el que se clasifica, a la espera del choque más asequible, le ayudarán en su objetivo de colarse en semifinales.

Los rusos se la jugarán con Dinamarca, que pasó por encima de Montenegro (32-24).

Triunfos de Croacia y Polonia

En el Grupo A, Croacia sigue con paso firme después de vencer a la incómoda República Checa con seis goles de Ivano Balic (30-26). Polonia se estrenó ante Eslovenia (33-27), con un 9 de 11 del cañonero Karol Bielecki, tercer máximo anotador del pasado Mundial de Alemania.