La violencia se cobró ayer en Kenia al menos siete nuevas vidas, mientras el presidente del país, Mwai Kibaki, y el líder del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM), Raila Odinga, mostraban su disposición al diálogo. El ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Kofi Annan llegará el martes a Kenia para llevar a cabo un nuevo intento de mediación de cara a solucionar la crisis política y social en la que está inmerso el país desde los comicios del 27 de diciembre, que supuesieron la reelección de Kibaki.

Los enfrentamientos continuaron en las últimas horas y tres personas murieron por disparos de la Policía en la región de Kipkelion, en el oeste del país. En el barrio pobre de Mathare, en Nairobi, la confrontación entre miembros de distintas comunidades étnicas se saldó con la muerte de cuatro personas, según las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, una fuente humanitaria internacional aseguró a France Presse, desde el anonimato, que el balance de muertos en Mathare es más elevado, ya que en la tarde de ayer se registraron otras dos víctimas mortales, de las etnias luo y kisii, en el «territorio kikuyu», ya que, según esta fuente, Mathare se encuentra ahora dividido en «territorios érnicos».

En Kenia conviven 42 etnias, entre las que siempre ha habido rivalidades y enfrentamientos, pero la reelección de Kibaki ha reactivado la tensión entre los kikuyu, principal comunidad del país, a la que pertenece el presidente, y el resto de etnias que votaron mayoritariamente por Odinga, de la etnia luo.

Desde el miércoles, primero de los tres días consecutivos de protestas convocados por la oposición, han muerto al menos 45 personas y desde el 27 de diciembre, más de 700.

Mientras el goteo de muertos continúa, en la misa dominical en el barrio de chabolas de Kibera (Nairobi) el líder de la oposición, Raila Odinga, se mostraba ayer a favor del diálogo y de la unidad para sacar al país de la crisis. Por su parte, tras mantener un encuentro con una delegación de la Unión Europea, el presidente Kibaki se mostró otra vez dispuesto a reunirse con Odinga -encuentro que éste ya rechazó hace dos semanas-.