Hoy se celebra en Durango un juicio contra dos jóvenes que el pasado 1 de junio llevaron a cabo en la misma localidad una acción de protesta referente al Tren de Alta Velocidad. La iniciativa se materializó como una acción de desobediencia civil, ya que fue pública y pacífica. Concretamente, unos jóvenes acudieron a las vías del tren con pancartas que exigían información y una consulta en torno al TAV, así como la paralización del proyecto. Otros dos jóvenes se encadenaron a las vías para paralizar el tren a vapor que, con ocasión del 125 aniversario de la llegada del ferrocarril a Durango, transportaba a delegados de EuskoTren y a la consejera de Transportes de Lakua, Idoia López de Gereñu.

La Fiscalía solicitará el pago de una sanción económica a las dos personas que se encadenaron a las vías del tren. Para las 10.30 Durangoko AHT Gelditu! Elkarlana ha convocado una concentración para mostrar su apoyo a los dos jóvenes y para volver a exigir la paralización de esa infraestructura.

Sigue en pie la reivindicación

AHT Gelditu! y los dos jóvenes imputados defienden su actuación explicando que «las razones de aquella protesta no han cambiado. Tal y como se denunció entonces, el Gobierno de Gasteiz no informa sobre el proyecto y niega la posibilidad de un debate público sobre el modelo de transporte que necesitamos en Euskal Herria».

Una vez más, dieron cuenta de las consecuencias que acarrearía el TAV: «Además del enorme daño ecológico, traería consigo abundantes afecciones sociales», recordando que «lo que se gastaría en el TAV llegaría a alcanzar el presupuesto de la Consejería de Vivienda para los próximos 50 años». Según añadieron, «el modelo que impulsa el TAV trae consigo la prioridad de la ciudad en detrimento de los pueblos, y la ocupación de tierras acarrearía graves daños al sector agrario».

Los jóvenes adoptaron la vía de la desobediencia civil para exigir «un verdadero progreso evitando el desarrollismo, solucionando el problema de la vivienda, mejorando la calidad del aire y desarrollando un sistema de transporte basado en la cercanía y el servicio público». Denunciaron que la respuesta ha sido su procesamiento. «Se confunden si creen que así van a parar a la sociedad; vamos por el buen camino y están asustados porque se dan cuenta de que cada vez somos más en contra de ese proyecto destructivo».