A principios de los años 80, Bernd Schuster, entonces estrella blaugrana, declaró que jugar en Bilbo era «como ir a la guerra de Corea». Unas palabras que enervaban más a una afición rojiblanca que se prestaba a vivir los días de vino y rosas bajo el mando de Javier Clemente.

Aquel equipo se impuso en dos campeonatos ligueros y pudo con el Barcelona en una más que tensa final de Copa en 1984.

Un partido que pasó a la historia por los incidentes a la conclusión del mismo y que evidenciaron tanto el mal perder de las estrellas azulgranas, encarnadas por Schuster y, sobre todo, Maradona, además del macarrismo de Migueli o Clos, y el carácter de unos jugadores rojiblancos que no se arrugaron.

Para apagar dicho fuego, ese mismo verano se disputó el partido de homenaje a Peio Artola-ex guardameta vasco de Barça y Real- con la presencia de ambos conjuntos. Nada más lejos de la realidad, el 9 de abril de 1986 la polémica volvió a presidir los duelos entre los dos equipos. Y es que aquella semifinal copera estuvo marcada por el arbitraje de un García de Loza que terminó por encrespar los ánimos de jugadores e hinchas del Athletic. El choque concluyó con invasión de campo y cargas policiales. Sin embargo, las fuerzas represivas españolas tuvieron que acabar replegándose a vestuarios ante el ímpetu de la hinchada rojiblanca. Otra imagen de aquel choque fue ver al ahora superviviente Patxi Salinas encarándose con un policía.

Ese mismo año se acabaron los tiempos de gloria rojiblancos y el conjunto de Ibaigane se sumergió en una crisis de la que no termina de recuperarse. Para más inri, los años posteriores dieron paso a un declive que coincidió con la llegada masiva de jugadores vascos al Barça.

Así, repletos de jugadores que habían sido fichables por el Athletic-como Bakero, cuya operación se frustró a última hora- o ex rojiblancos como Salinas y Zubi, los catalanes humillaron a los vizcainos con un sonrojante 0 a 6 que evidenciaba el fracaso de unos y el acierto de los otros.

Pero, con Heynckes, el Athletic recuperó la alegría en su juego y se tomó cumplida revancha de los catalanes en San Mamés. Así, frente al dream team, entonces campeón de Europa, Mendiguren marcó el gol que hizo vivir una noche mágica.

Otro momento en la retina rojiblanca tiene a Luis Fernández como protagonista. El tarifeño se enzarzó con José Mourinho, entonces ayudante de Robson, durante un vibrante partido que rompió la imbatibilidad del Barça de Ronaldo en 1996. Un año después, los pupilos de técnico galo dieron un baño a los culés de Van Gaal con tantos de Ziganda, Alkiza y Urzaiz.

Sin embargo, en los últimos años la suerte es esquiva para el Athletic. Así, sólo ha vencido a los catalanes en dos ocasiones. En la 2000-2001 y, finalmente, 2006 con goles de Iraola, Felipe y Oleguer en propia puerta.