José Ramón Eizmendi se dispone a dirigir su segundo encuentro como entrenador del primer equipo de la Real. Satisfacción doble para el técnico, que no sólo sigue cumpliendo su sueño, sino que lo hace al frente de un grupo cada vez más cerca de su objetivo, después de haber firmado, además, su mejor partido de la temporada.

O triple porque, por si fuera poco, Eizmendi se reconoce impresionado con lo que se ha encontrado. «Al equipo le veo estupendamente, en este momento es impresionante, una gozada», aseguró el de Ikaztegieta, para el que se cumple una de las condiciones fundamentales para la consecución de cualquier éxito deportivo. «La clave es el equipo y creo que he tenido una suerte impresionante con este», se congratuló. «El grupo me ha impresionado muchísimo, lo veo capacitado y centrado» para pelear por el objetivo del ascenso.

Pero esa meta no se alcanza de la noche a la mañana, de ahí que lo único que le preocupe al técnico sea ahora mismo «ganarle al Castellón, no existe nada más». Algo para lo que será muy importante repetir la imagen del Arcángel y, por supuesto, no pecar de exceso de confianza, precisamente por el buen partido que se realizó en el estadio cordobés. «Ese es un de los peligros de estas situaciones, que tenemos que controlar -reconocía Eizmendi-. Pero confío en el grupo, en su humildad, en que sepan distinguir los momentos». Es decir, que los jugadores «hayan disfrutado de lo que hicieron», pero que tengan claro que «lo que hay ahora es el Castellón».

Un rival que, pese a su irregular trayectoria, ya sabe lo que es ganar a la Real y que con su nuevo entrenador (Pepe Murcia, que llegó hace tres semanas) «está logrando buenos resultados». Además, se enfrenta al «equipo de referencia» de la categoría, ante el que «todos juegan con un punto más de ilusión, quieren hacer el partido de su vida». En definitiva, que el choque «no será fácil».

El técnico, por otra parte, no quiso adelantar sus planes para Castalia, entre otras cosas porque aguarda la evolución de jugadores con problemas físicos. Es el caso de Gaizka Garitano, que ayer no pudo entrenar, por problemas en los isquiotibiales. Hoy acabará de decidirse, porque dirigie el último entrenamiento de la semana, a puerta cerrada, tras el que la expedición donostiarra partirá rumbo a Castellón.

Mérida, con opciones

Lo cierto es que Eizmendi podría introducir algún cambio en el once que juegue mañana. Como, por ejemplo, la entrada de uno de los dos fichajes invernales de la Real, un Fran Mérida que ayer no quiso pronunciarse al respecto -«el que decide es el mister», recordó-, pese a reconocer que se encontró «muy bien» en su debut la semana pasada, cuando saltó al campo en la segunda parte.

El jugador, al igual que su técnico, destacó ayer la fortaleza del grupo como una de las claves que deben traducirse en el ascenso. «Lo más importante es que este equipo está unido y hay confianza», destacó el centrocampista, aunque también pidió «tranquilidad», al considerar importante saber «ir partido a partido».