Empatados con el descenso
La derrota y el abismo, consecuencia de otro pobre partido
El Zaragoza aprovechó un error en el primer tiempo para decidir el partido a la contra. La reacción rojiblanca tras el descanso no obtuvo recompensa, con lo que el equipo empata ahora con el descenso.
ZARAGOZA 1
ATHLETIC 0
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
La situación se complica aún más para el Athletic, que ayer ofreció una pobrísima imagen en La Romareda. Los rojiblancos podían haber regresado con mejor resultado de Zaragoza, porque posesión, dominio y ocasiones fueron suyas en el segundo tiempo, pero teniendo en cuenta que cometieron algún error en defensa ante atacantes tan resolutivos como Milito u Oliveira, y que fueron incapaces de hacerle un gol al segundo equipo más acostumbrado a encajarlos de la Liga, la derrota tampoco puede considerarse injusta.
El equipo castoso que, por momentos, parecía haberse recuperado en los últimos compromisos, ayer hizo acto de presencia en fases contadas y por medio de algunos jugadores. Los aficionados rojiblancos volvieron a sufrir con un equipo con poquita personalidad en el que, además, se repiten errores imperdonables. No tanto de juego -cada uno hace lo que puede-, sí de actitud; un capítulo en el que queda enmarcada la expulsión de Aitor Ocio -tercera de la temporada-, que vio dos amarillas en el mismo minuto, la segunda por protestar, en una acción incomprensible para un hombre de su veteranía.
En definitiva, que la derrota no fue sino el lógico resultado de un partido pobre. Como también lo es la situación del Athletic, que comienza la semana 16º y empatado a puntos con el 18. Y gracias, porque el Murcia, primer equipo en puestos de descenso, estuvo en un tris de dar la campanada en el Calderón, en una jornada en la que por fin, y lamentablemente, parece empezar a romperse la clasificación.
Soporífero
Los bilbainos tendrán que hacerlo mejor que ayer para salir del hoyo. Sobre todo mejor que en un primer tiempo soporífero en el que, lamentablemente, sólo se salvó el gol del Zaragoza.
Esa acción fue, en realidad, lo único que diferenció a los dos contendientes, incapaces de sujetar el balón y, menos aún, de crear peligro.
El Athletic, con cuatro cambios respecto al once que empató con el Barcelona -además del previsto regreso de Amorebieta en detrimento de Ustaritz, Muñoz y Garmendia también saltaron de inicio, junto a la gran novedad de la tarde, el recién llegado Armando-, no fue capaz de disparar a puerta en todo el primer tiempo. Y al Zaragoza no le fue mucho mejor, porque al menos los rojiblancos tampoco descuidaron su defensa.
Salvo en una ocasión. Al equipo bilbaino le costó reorganizarse tras un córner a favor y eso es un pecado mortal ante un rival especialmente dotado para el contragolpe y que, de hecho, decidió el encuentro en sólo tres toques: Luccin en largo para Milito, buen centro del argentino desde la derecha y Oliveira, que entraba solo, batió a Armando sin problemas.
También se mostró ducho el equipo maño en enfriar el partido porque entre faltas, pérdidas de tiempo y un poquito de cuento -Muñiz Fernández también echó una manita-, el balón estuvo más tiempo parado que en juego durante el cuarto de hora posterior. El Athletic no supo reaccionar y, de hecho, la única ocasión hasta el descanso volvió a tener color local, con un balón que Armando detuvo sobre la misma línea de gol.
Más insistencia que ocasiones
Pese a que los primeros minutos de la reanudación, que incluyeron un remate de Milito al palo y un buen centro de Sergio al que no llegó Gabi, hicieron presagiar lo peor, lo cierto es que las cosas mejoraron tras el descanso. Fernando Llorente saltó al campo en detrimento de un desafortunado Aduriz -que bordeó la expulsión- y posteriormente lo hicieron Ramos y Susaeta. Mordiente ofensiva, unida a la reacción de sus compañeros, que permitó al Athletic dominar e incluso acariciar la posibilidad del empate a lo largo de todo el segundo tiempo.
También es cierto que fue más cuestión de insistencia -y de las dudas de una defensa no especialmente contundente, que de ocasiones claras de peligro, pero la impresión, al menos, era incomparablemente mejor que en la primera parte.
A los cuatro minutos, Llorente protagonizaba el primer remate a puerta en todo el partido y, casi de inmediato, era Garmendia el que acertaba por primera vez entre los tres palos.
Ambas quedaron en nada, pero al menos sirvieron para convencer al equipo de que su objetivo era posible. Yeste, Llorente, Ramos..., fueron probando fortuna con el transcurso de los minutos, aunque las ocasiones más claras volvieron a ser para el cuadro maño. Por ejemplo, en una acción similar a la del gol, aunque en este caso Oliveira no acertó con el centro de Sergio García, otra contra del catalán con un gran pase para Óscar que interceptó Armando y, sobre todo, un chutazo del propio Sergio García que se estrelló al larguero y cuyo rechace, incomprensiblemente, Oliveira envió fuera en posición inmejorable.
La respuesta más clara por parte rojiblanca llegó a tres minutos del final, con una buena acción de Yeste y Susaeta que Ramos envió a las manos de César desde el punto de penalti. De ahí al pitido final, ya sólo quedó tiempo para que Ocio se fuera a la calle con dos amarillas.
Penatuta agertu zen Joaquin Caparros La Romaredako prentsa-aretoan, Athleticek gehiago merezi zuela pentsatzen baitzuen. Goibel, baina ez lur jota, bere taldeak egiten duen lanak konfiantza ematen baitio.
«Pena da hemendik puntu barik irtetea -esan zuen-. Bide guztietatik saiatu gara, baina ez dugu zorterik izan. Bigarren zatian, taldeak nahi izan du, Zaragoza giltzaperatu du eta aukerak ere izan ditu, baina ez du izan gola sartzeko ezinbestekoa den zortea».
Hau da, etsaiari gertatutakoaren alderantzizkoa. «Lehen zatian, aukera bakarra izan dute, baina futbola hori ere bada, eraginkortasuna. Eta horretarako jokalari aproposak ditu Zaragozak; aukerak aprobetxatzen badakite, eta horri esker, hiru puntuak eskuratu dituzte», Athleticek berak egindako akats bati esker eskuratu, gola zuri-gorrien aldeko korner baten ondoren heldu baitzen. «Egia da -onartu zuen Caparrosek-, eta bagenekien kontraerasoan oso talde arriskutsua dela Zaragoza. Eskarmentu handiagoa izan behar dugu horrelako jokaldietan».
Etorkizun gogorrari begira, baina, entrenatzailea ez dago kezkatuta, «taldearen lanarekin pozik» baizik. «Konfiantza gehiago eman behar zaio taldeari. Argi daukat bigarren zatian jokatu dugun intentsitateari eutsiz gero, zortea, azkenean, aldatu egingo dela».
Caparrosek, azkenik, ez zuen Armandoren titulartasunari buruzko azalpenik eman nahi izan. «Erabaki teknikoa izan da».
GARA