Mano Parejas
Oinatz y Peñagarikano fueron menos inconsistentes
El vigente campeón Xala, que acusó la inactividad y sólo creó problemas a bote, y Pascual, que jugó su peor partido perdiendo excesivas pelotas, se quedan virtualmente eliminados tras un mal partido
BENGOETXEA VI - PEÑA 22
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
La menor inconsistencia -porque hablar de sobriedad en el partido de ayer es ciertamente excesivo- de Oinatz Bengoetxea y Kepa Peñagarikano les sirvió para sacar adelante un partido que deja a la pareja de Aspe virtualmente fuera del torneo, ya que sólo una carambola y ganar todos los partidos que les restan les serviría para entrar en semifinales para defender la txapela que posee el de Lekuine.
La emoción y las vueltas del marcador fueron los únicos argumentos que pueden esgrimirse a la hora de salvar un partido plagado de errores y carente totalmente de ritmo. Con su nervio y su intensidad, Oinatz Bengoetxea fue el mejor pelotari, más por la aparente indolencia de los otros tres pelotaris que por unos números que, incluso en el caso del delantero de Leitza, fueron muy grises.
Hasta el empate a seis, la igualdad fue la nota predominante en el arranque del partido, con un Xala que alternó brillantes pelotazos con cierto miedo a entrar de aire, un Pascual menos sólido que en partidos pretéritos y un Kepa Peñagarikano que gozó fantásticamente un par de pelotas pero que dejó de aprovechar otras buenas oportunidades para hacer lo propio.
Una pelota a la chapa de Xala con todo a favor tras un tanto en el que por primera vez había adquirido ciertos riesgos en ataque y había movido bien a Oinatz fue el principio de la renta que adquirió la pareja de Asegarce y que parecía definitiva.
Errores colorados
La brecha se abrió básicamente por los errores de la pareja de Aspe. Xala debió asumir más riesgos y tuvo pelotas para entrar de aire, pero el lapurtarra se vio falto de confianza para coger el peso del choque. Iñigo Pascual, que estaba cuajando un buen campeonato, jugó ayer su peor partido, ya que pese a sus seis tantos, falló excesivas pelotas, ocho en total, y casi nunca supo colocarse en una cancha que conoce tan bien como la del Astelena eibartarra.
Precisamente un error del zaguero de Abartzutza dio a los de Asegarce la mayor renta del partido en el 12-18. Cuando todo parecía decantado, los de Aspe consiguieron darle la vuelta al marcador y la verdad es que tampoco tuvieron que hacer nada del otro mundo para tomar el mando del partido. Bastaron unos pocos minutos correctos y un poco de fortuna de los colorados para que los tantos cayeran a su favor. Los azules comenzaran a ponerse nerviosos y a cometer los errores que previamente habían cometido los de la empresa eibartarra.
El partido llegó igualado a su desenlace tras el empate a veinte y se puede decir que el final hizo justicia a lo que se había visto durante los más de 70 minutos de partido previos. Un buen tanto de Oinatz en el txoko, la octava pelota marrada por Pascual y la falta de comunicación de los colorados en un remate del de Leitza decantaron la balanza para los de Asegarce.