Una vez confirmadas las conversaciones entre EDF y ACS para una eventual OPA sobre Iberdrola, la eléctrica vasca ha solicitado a la comisión de energía (CNE) que limite al 3% el poder de voto de su accionista principal, así como que impida a la constructora de Florentino Pérez adquirir directa o indirectamente participaciones en su capital que le permitan ejercer una influencia decisiva o que excedan del 10%, según explicó el regulador energético. ACS tiene un 7,7% de Iberdrola de forma directa y un 5% adicional mediante derivados financieros.

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán ha enviado varios escritos al regulador en los que le pide que abra un expediente administrativo de revocación de la resolución que adoptó en noviembre de 2006 y que autorizó a ACS a incrementar su participación hasta el 24,9%, el límite legal establecido entonces para no presentar una OPA obligatoria.

El organismo condicionó el permiso al cumplimiento de una serie de obligaciones, entre ellas la de que ACS informe trimestralmente sobre la evolución de su participación y comunique cualquier circunstan- cia relevante y atienda preferentemente las inversiones en actividades reguladas. Adicionalmente, Iberdrola ha solicitado ahora al regulador energético que adopte medidas provisionales que prohíban a ACS adquirir participaciones, tanto directas como indirectas, si le otorgan una influencia decisiva o exceden el 10 %.

En cuanto a la resolución de la CNE que regula los derechos de voto de la constructora, Iberdrola pide la apertura de otro expediente administrativo con una medida provisional que suspenda los derechos de voto a ACS por encima del 3% sin ninguna excepción.

El 15 de febrero de 2007 el organismo que preside Maite Costa resolvió permitir a la constructora votar en las juntas de accionistas en función de su participación, excepto en las cuestiones que afectan a la estrategia competitiva de Iberdrola. La eléctrica había pedido que se aplicara la normativa que limita los derechos políticos al 3% para los accionistas que están en más de una empresa considerada operador principal del sector energético.

ACS es también accionista de Unión Fenosa, donde actualmente controla el 45,3% (en el momento de la resolución de la CNE el 40,47 %).

EDF «explora»

La interpelación al regulador se produce después de que EDF reconociera ante la CNMV que ha mantenido conversaciones con representantes de ACS para analizar sus intereses comunes sobre la eléctrica.

Según señaló el gigante francés, los contactos con la constructora ACS tenían como objeto «analizar sus respectivos intereses en relación a Iberdrola» y puntualizó que fueron «meramente exploratorios».

La confirmación de la eléctrica francesa cierra una semana de rumores sobre un posible intento de EDF y ACS para hacerse con Iberdrola y se produce tres días más tarde de que la compañía de Florentino Pérez hiciera lo propio ante el supervisor bursátil.

La posible operación generó el rechazo de la Asociación de Técnicos y Profesionales de la Energía, que expresó su apoyo «total e inequívoco» a la empresa que dirige Ignacio Sánchez Galán.

Señaló en un comunicado que Iberdrola «puede y debe caminar sola por el camino trazado por su presidente, sin injerencias y maniobras especulativas que pongan en peligro la estabilidad de su accionariado y la calidad de servicio a sus clientes». Además, según la asociación de técnicos, «sería difícil comprender el desmantelamiento de una empresa española en favor de otra controlada por el Estado francés».