El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, consideró ayer que las elecciones del 9 de marzo no deben ser concebidas como «una consulta plebiscitaria ni un referéndum» sobre la convocatoria de una consulta popular y la hoja de ruta del lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Urkullu participó durante la mañana en un acto del Fórum Europa en Bilbo, en el que también tomaron parte los cabezas de lista al Congreso de este partido por Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, Josu Erkoreka, Emilio Olabarria y José Ramón Beloki, respectivamente.

En el desayuno, el presidente del EBB quiso enviar «un saludo especial» a los vecinos de Bergara, donde ETA hizo estallar una bomba.

A continuación, avanzó que su partido trabajará por el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika en la próxima legislatura, aunque precisó que el verdadero objetivo es la consecución de un marco jurídico y político nuevo que garantice una «relación amable» entre Euskadi y el Estado español.

Explicó que «vivimos con un traje que se intentó confeccionar hace 30 años (en alusión al vigente Estatuto) y aspiramos a tener un traje que se adecúe a las realidades actuales».

En cualquier caso, aseguró que «mantiene su apuesta» por el cumplimiento íntegro del Estatuto, por la propuesta lanzada hace unos meses por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y por los principios abordados por PSE-EE, Batasuna y PNV en las reuniones celebradas en Loiola durante el alto el fuego de ETA, porque son «elementos de base para un posible acuerdo para la normalización política».

El dirigente jeltzale afirmó que «con la izquierda radical abertzale hay todo un mundo a construir conjuntamente si se disocian del terror», aunque matizó a continuación que «todavía no lo vemos».

Dispuesto a arriesgar

Afirmó que la prioridad absoluta del PNV y su anhelo pasa por conseguir la paz y la normalización política, algo para lo que está dispuesto a arriesgar. Urkullu emplazó a «no tener miedo a palabras como independencia, entendimiento, acuerdo» y dijo que «quien sin duda asusta y genera rechazo y desprecio absoluto es ETA. Asusta el terrorismo y la utilización política del terrorismo».

«También preocupan algunos jueces al servicio de la política y de algunos políticos», sostuvo Urkullu, y criticó las decisiones judiciales que suponen «recorte de libertades e injerencia en la separación de poderes».

Por último, aseguró que el PNV tiene total credibilidad en el sistema judicial.