Los indicadores mensuales de coyuntura con los que trabaja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevén una ralentización de la actividad económica en los países miembros, con un debilitamiento de las perspectivas de crecimiento.

La OCDE publicó ayer el indicador compuesto avanzado para el conjunto de los 30 Estados miembros, que disminuyó tres décimas en diciembre, y quedó en 99,1 puntos (sobre una media de 100 a largo plazo), 2,1 puntos por debajo del nivel que tenía un año antes.

La caída fue de siete décimas para Estados Unidos (99,8), lo que significa 1,8 puntos de descenso en un año; de cuatro décimas para la zona euro (98,1), con una reducción de 2,2 puntos en doce meses.

Esa evolución contrastó con la de Japón, que se significó con una mejora de ocho décimas (hasta 97) de carácter coyuntural, pese a lo cual se situó 4,5 puntos por debajo del nivel observado en diciembre de 2006.

En Europa, todas las grandes economías vieron deteriorarse sus perspectivas, en particular Italia -con un bajón de 1,2 puntos en un mes y de 3,4 en un año a 95,3-, pero también el Estado francés, donde señala una reducción de cuatro décimas en un mes y de 1,1 puntos en un año a 97,5, Gran Bretaña -baja de dos décimas en diciembre, de una décima en doce meses a 100,3- y Alemania, una décima en un mes y 2,4 puntos en un año a 101,1.

Al margen de los países de la OCDE, el indicador de coyuntura igualmente cayó para China siete décimas en un mes y nueve décimas en un año (a 103 puntos), lo que da cuenta de una «posible inflexión» en el crecimiento.

Aunque en Brasil el índice se redujo en seis décimas en diciembre, sigue acumulando una progresión de 4,9 puntos en doce meses (a 108,1), con lo que los analistas del conocido como «Club de los países desarrollados» siguen hablando de una «fuerte expansión».

En una situación también favorable pero menos, se encuentra Rusia, para la que las perspectivas apuntan a una «lenta expansión», igual que con India.

Por otra parte, la tasa de paro en el conjunto de la OCDE se situó en el 5,5% de la población activa en enero, el mismo nivel que en diciembre, y tres décimas inferior al que se registraba en diciembre de 2006.