Real Madrid y DKV Joventut jugarán la otra semifinal esta tarde después de hacer buenos los pronósticos y completar un cuadro con los cuatro cabezas de serie. Aunque por los trece puntos finales pudiera parecer que tuvo un encuentro cómodo, el Real Madrid tuvo que esperar al último cuarto y a que las faltas lastraran a Marc Gasol para doblegar a un correoso Akasvayu Girona que comenzó muy fuerte pero que terminó cediendo ante la calidad de Louis Bullock y la amplitud de plantilla del equipo blanco.

El cuadro blanco no hizo su mejor partido, pero estuvo a un nivel fantástico en defensa, anulando cada arma de un Girona que vivió de su esporádico acierto en el juego interior y de la presencia de un Marc Gasol que hizo mucho daño al mermado juego interior del vigente campeón liguero y líder de la regular. Sin embargo, la acumulación de faltas del internacional y la poca aportación del banquillo gerundense acabó por decantar el choque, en el que apareció, como siempre, Louis Bullock de modo decisivo.

Vendabal verdinegro

Liderados por un Rudy Fernández que hizo oposiciones a ser el primer jugador que repita como MVP, el Joventut terminó pasando por encima de un Pamesa Valencia que opuso menos resistencia de la esperada y en el que Fotsis Katsikaris sólo dios dos minutos al futuro poste baskonista Stanko Barac.

El escolta mallorquín, con triples imposibles, jugadas espectaculares y un gran acierto, fue el sustento de su equipo en un comienzo de partido en el que a su escuadra le costó carburar, pero una vez que gastó las reservas de gasolina de los valencianos, aparecieron la intimidación y el espectáculo de Moiso y el talento innato de Ricky Rubio y los de Aíto arrollaron al Pamesa en un último cuarto lleno de velocidad y ritmo que divirtió y entretuvo a Zurbano.

Al equipo naranja se le atragantó la defensa verdinegra y sólo inquietó en cinco minutos excelentes: los tres últimos del segundo periodo -con triple imposible sobre la bocina de Douglas- y los dos primeros del tercero, logrando un parcial 2-13 que situaba un igualado 39-37 en el electrónico. La Penya respondió con más defensa a esta crisis y terminó aplastando a un Pamesa que no tuvo fuerzas para volver a reaccionar.

Con un público entregado, había mayoría verdinegra y se ganaron a los aficionados de Bilbao Basket, el último cuarto fue un show time por parte del equipo catalán y un pabellón de Zurbano que dejó claro su antimadridismo y su poco aprecio a los clubes de fútbol. Un triple de 9 metros de Ricky Rubio dio pie a la conexión Rudy-Moiso. Al francés que había colocado dos soberanos tapones, el escolta le sirvió en bandeja dos magníficos alley-hoops para el divertimento de todo el personal