Henry Siegman 2008/2/8
Sin Hamás no hay solución para Gaza
EL PAÍS
La brecha abierta por la encarcelada población de Gaza en el muro que separa esta franja de Egipto ha puesto dramáticamente de manifiesto dos realidades fundamentales, que tanto los políticos israelíes como los estadounidenses se han empeñado en negar. En primer lugar, que tarde o temprano los habitantes de Gaza tratarían de escapar de su prisión al aire libre. Que lo hayan hecho no es algo condenable sino digno de encomio. Triste testimonio del espíritu humano habría sido que los ciudadanos de la franja se hubieran resignado a su destino. Es absurdo, y ofensivo, que Israel afirme que al estrangular Gaza lo que pretendía era incitar a su población a derrocar a Hamás (...).
No hay duda de que el proceso de paz promovido por Estados Unidos e Israel después de la ruptura entre Al Fatah y Hamás no ha generado más que una retórica vacía y promesas aún más vacuas (...).
Con todo, Abbas y Fayyad han hecho como si estuvieran entablando un importante proceso de paz con Israel, que, a final de este año, podría producir, en palabras de Bush, `un viable, continuo, soberano e independiente'. Imaginamos que saben lo que dicen. De no ser así, la gran diferencia entre Al Fatah y Hamás no radicaría tanto en que el primero es partidario del proceso político y el segundo de la violencia, o en que el uno es laico y el otro islámico, sino en que Al Fatah vive en un mundo de fantasía y Hamás no.
(...) Dicho esto, resulta difícil no concluir que la brecha abierta en el muro que separa Gaza y Egipto ha creado una nueva situación estratégica (...).
Todo lo cual me lleva a la segunda realidad fundamental. El objetivo que se persigue actualmente, aislar a Hamás y negociar un acuerdo de paz con Al Fatah, se basa en la quimera de que tal acuerdo podría ponerse en práctica a pesar de la oposición de la organización islamista. Hamás es un movimiento muy arraigado y con un papel determinante en la política palestina, que la oposición de Israel y de Estados Unidos no puede sino fortalecer (...).