El G7 auguró en Tokio un panorama más sombrío para 2008, con una ralentización global, aunque eludió hablar de recesión. Los países más ricos del mundo se mostraron dispuestos a actuar de forma colectiva para garantizar la estabilidad, aunque no presentaron planes concretos. Creen que cada Estado puede gestionar mejor la crisis de forma individual y pidieron a la OPEP que aumente su producción.

CCOO, UGT y LAB anuncian huelgas en el Servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia. Recientemente, una de esas centrales describió gráficamente la situación del sector, eminentemente femenino; «están hartas de ser el pim pam pum de la subcontratación».