GARA > Idatzia > Zinema

El tamaño no importa

«Tiptoes»

p077_f04_31x40.jpg

Se me escapan las razones por las cuales Matthew Bright es un cineasta brillante que no acaba de despegar, pese a que todas sus películas son originales y responden a una manera diferente de ver las cosas. Su ópera prima, «Freeway», era una sorprendente lectura terrorífica del cuento de Caperucita Roja, que tuvo su continuación en la no menos extraña «Trickbaby». A continuación llegó su verdadera obra maestra, la nunca suficientemente valorada «Ted Bundy», una de las mejores y más realistas recreaciones que se han hecho de la vida de un asesino en serie sacado de la crónica real de sucesos. Contra todo pronóstico, su siguiente y cuarto largometraje, en el que por primera vez contaba con un reparto estelar de Hollywood, ha sido el que ha pasado más desapercibido. «Tiptoes» es una rareza, que refleja la dificultad de un cineasta de serie B para adaptarse a una estructura más comercial, dentro de la cual se nota que le cuesta sacar adelante sus peculiares propuestas. Después de este fracaso no se han vuelto a tener noticias de Matthew Bright, que tal vez haya sido vencido por la industria.

Lo que más choca de «Tiptoes» es la combinación entre verdaderos actores enanos y otros, de talla normal, que se hacen pasar por tales con la ayuda de los efectos especiales. El grupo de los primeros está representado por Peter Dinklage, en el mismo año en que era aplaudido en el Zinemaldia donostiarra por su actuación en la realización independiente «The Station Agent». No obstante, el protagonismo corresponde a Gary Oldman y Patricia Arquette en versión de tamaño reducido, lo que crea una desconcertante sensación en el espectador. El enanismo que sufren ambos preocupa a su alto hermano, un Matthew McConaughey que sí luce su verdadera estatura, ya que está a punto de ser padre y teme que la falta de crecimiento sea congénita y hereditaria.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo