«El proyecto Línea de Vida» es el nuevo programa lanzado por seis de los principales bancos hipotecarios y de servicios estadounidenses y su creación corre a cargo del Tesoro estadounidense y del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.

El objetivo principal es la ampliación de los plazos de los procedimientos de impago en más de 90 días, mientras los servicios determinan si pueden realizar los pagos bajo unos términos diferentes. Precisan que está encaminado a evitar el embargo de hipotecas por impago con la esperanza de que puedan acordarse nuevos términos que permitan afrontar el préstamo.

El plan cubrirá todo tipo de créditos hipotecarios, no como un plan anterior dirigido a congelar los tipos de interés para los poseedores de una hipoteca de alto riesgo que no podían hacer frente a los crecientes tipos de interés.

Las seis entidades hipotecarias que gestionarán el plan son Bank of America, JP Morgan Chase & Co, Citigroup, Countrywide Financial, Washington Mutual y Wells Fargo, que según sus datos, engloban en torno al 50% de las hipotecas estadounidenses. Una de estas entidades, Bank of America, está a punto de adquirir la firma Countrywide Financial, una de las más afectadas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo y que ha dado cuenta de que el procedimiento de ejecuciones hipotecarias alcanzó un nuevo récord en enero pasado.

La firma hipotecaria indicó que de las nueve millones de hipotecas que concedió, el porcentaje de ejecuciones hipotecarias pendientes casi se dobló en enero y alcanzó un récord del 1,48%, frente al 0,77% de enero de 2007.

Aumentan los impagos

El porcentaje de impagos de hipotecas también se disparó al pasar del 4,32% en enero de 2007 al 7,47% el pasado mes, precisó Countrywide en un comunicado de prensa.

La mayor compañía hipotecaria de Estados Unidos informó de que en enero dio créditos hipotecarios por valor de 21.885 millones de dólares, un 41% menos que en enero del año pasado, en el que concedió hipotecas por valor de 37.113 millones de dólares.

Countrywide anunció, a finales de enero, pérdidas por 704 millones de dólares en 2007, frente a los 2.675 millones que ganó un año antes. Los ingresos del grupo durante el pasado ejercicio también se vieron recortados a más de la mitad, al pasar de 5.649 millones en 2006 a 2.761 millones en 2007.

El pasado 11 de enero, la corporación Bank of America, el segundo banco estadounidense, cerró un acuerdo para la compra de Countrywide Financial, una operación valorada en unos 4.000 millones de dólares, en un momento en el que en Wall Street se rumoreaba que la firma hipotecaria podría buscar el amparo del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de Estados Unidos.