Al menos 926 personas han muerto por la ola de frío que azota Afganistán, especialmente intensa en el oeste del país, indicó la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres. Más de la mitad de las víctimas se han registrado en la provincia de Herat, fronteriza con Irán, y sus alrededores, donde se han alcanzado temperaturas de hasta 25 grados bajo cero. Además, medio centenar de personas han sufrido amputaciones de los dedos de los pies o las manos por congelación. La nieve y el frío afectan a 24 de las 34 provincias afganas y han causado la muerte de 316.550 cabezas de ganado y alrededor de 1.290 viviendas, construidas de paja y ladrillo, han resultado total o parcialmente dañadas. Cruz Roja calcula que más de 200.000 familias se han visto afectadas por esta ola de frío. La nieve ha alcanzado en muchos lugares los dos metros de altura. Se trata de uno de los inviernos más duros de las últimas décadas.