Las trabajadoras de Ayuda a Domicilio de Bizkaia valoraron ayer de forma muy positiva la manifestación celebrada en Bilbo a mediodía y destacaron la amplia respuesta social que tuvo esa protesta.

Tras la marcha, empleadas del sector hicieron hincapié en que detrás de la pancarta que encabezaba la manifestación con el lema «Salvemos la Ayuda a Domicilio. Zaintzaileak zaindu behar ditugu», junto a las trabajadoras marcharon usuarios y familiares, así como asociaciones de jubilados y representantes del Consejo de la Mujer, además de secciones sindicales de Lantegi Batuak, que se habían adherido a la movilización.

Durante la manifestación, que arrancó del edificio consistorial bilbaino, se hicieron en particular dos llamamientos de sindicatos -UGT, CCOO y LAB eran los convocantes- y trabajadoras: la demanda de un servicio de calidad y de unas condidiciones de trabajo dignas. Además, algunas empleadas portaron carteles en representación de las diferentes localidades vizcainas en las que prestan servicios.

Nieves Fernández, delegada de LAB en el sector, expresó a GARA su deseo de trasladar «el agradecimiento» de las trabajadoras a la «respuesta social», que, según subrayó, deja sentado que «junto a las condiciones laborales hay un servicio social que hay que atender también en las mejores condiciones».

Fuentes de las centrales convocantes también indicaron que la movilización «cumplió las expectativas», con la vista puesta en la reunión a la que están citados con la patronal el jueves.

De hecho, los tres sindicatos dieron a conocer el viernes que la patronal había hecho una propuesta de negociación de contenidos que recoge cinco puntos con exigencias clave del sector, así como el compromiso de seguir «un calendario de negociación intensiva».

Fue precisamente la propuesta de la patronal para reabrir la mesa del convenio la que llevó a los sindicatos a aplazar la huelga convocada del día 18 al 29 de febrero, aunque «no a renunciar» a la misma, según precisaron. Decidieron mantener la manifestación «por su carácter sociolaboral» en referencia al alcance de un conflicto que, según resaltaron, más allá de su vertiente laboral, está directamente relacionado con «la calidad, extensión y dignidad del servicio».