Los rebeldes chadianos denunciaron ayer la «pesada responsabilidad» del Gobierno francés en la represión desatada en el país por no haber denunciado la instauración del estado de emergencia y las detenciones de opositores. En un comunicado, el portavoz de la alianza rebelde, Abderaman Koulamallah, señaló que «tras la instauración de las leyes de excepción en Chad, Francia rompió finalmente su silencio para expresar su temor por que lo que queda del proceso democrático pueda ser cuestionado».

«Las protestas de boca del Gobierno francés no le absuelven de su complicidad con el régimen dictatorial del presidente Idriss Deby», aseguró.

Los rebeldes piden a París que cese inmediatamente su implicación militar en el conflicto.