Después de tantos choques consecutivos llenos de tensión, Tau Baskonia vivió ayer frente al Akasvayu Girona un partido que, en realidad, no fue sino una parranda de baloncesto de ataque. Triples, mates, juego alegre, Zurbano saltando y victoria por un aplastante 111-86.

Ni la puntería en los triples de los de Pedro Martínez, ni las diabluras del dúo San Emeterio-Gasol hicieron bajar el ánimo a un conjunto gasteiztarra que se corrió una juerga ante su afición. «Volverán los tupidos entramados, defensivos el ataque a colapsar», pero ayer, desde luego, tales rigores quedaron a buen recaudo.

No es, pues, de extrañar que hombres como Zoran Planinic mostraran su magia, o que Splitter se tomara su duelo ante Marc Gasol como algo personal. Sólo Mickeal y Prigioni, a veces, devolvían el partido a la Liga ACB, más allá del improvisado All Star Weekend. Una canasta suya dejó el espectáculo al descanso en un apretado 48-47.

Más defensa en la segunda mitad

Era de esperar mayor rigor defensivo tras el regreso de los vestuarios. El equipo de Spahija se jugaba asentarse en la segunda plaza y, por ello, no tardó en abrir hueco.

Y lo hizo con una zona 2-3. Akasvayu perdió a su referencia, Gasol, y ello contribuyó a contraataques locales. Sin embargo, un nuevo achuchón «gironí» dejó el choque en un pañuelo a falta de diez minutos: 70-66.

Marc Gasol se hizo daño en un lance con Muoneke y en su ausencia los de Spahija rompieron el encuentro. En una explosión de fuerza y velocidad, Tau Baskonia regaló a su parroquia una holgada y preciosa victoria que, de paso, lo afianza en la parte alta de la liga.