CRÓNICA La cuestión balcánica
Kosovo se lanza a la calle para celebrar la independencia la víspera del día D
Miles de albanokosovares ocuparon ayer por la tarde las calles de Prístina para celebrar la inminente declaración de independencia de Kosovo, prevista para hoy. En el norte de la región, las tropas de la OTAN aumentan sus efectivos para prevenir posibles actos violentos entre serbios y albaneses.
La celebración ha empezado un día antes. Kosovo proclamará hoy su independencia pero ayer miles de personas desafiaron las bajas temperaturas y la nieve y tomaron las calles de Prístina para dar rienda suelta a su euforia por la inminente llegada de la ansiada fecha.
Horas antes, por la mañana, el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaçi, confirmó la fecha de la independencia. Lo hizo como durante toda la semana, sin decirlo directamente ni mencionar la palabra independencia. Sin embargo el «mañana (hoy) será el día en el que se hace realidad la voluntad de los ciudadanos de Kosovo», pronunciado por el ex líder guerrillero, fue suficiente.
Ya en los últimos días, en las caras de los habitantes de Prístina se dibujaban sonrisas difíciles de ver en otros tiempos. Aún así las contundentes y apasionadas muestras de euforia que caracterizan a los habitantes de los Balcanes -se dice que éste nombre significa sangre y miel- no habían hecho acto de presencia en la capital hasta ayer.
La emoción contenida estalló por la tarde, cuando miles de albanokosovares iniciaron una procesión hacia a los aledaños del céntrico Gran Hotel pertrechados de banderas de Albania y EEUU. Abrazado a la estrellada bandera, un joven gritaba: «Gracias a América estamos vivos», en referencia a los bombardeos de la OTAN de 1999 sobre Serbia, auspiciados por EEUU. Entre los bocinazos de los innumerables coches que abarrotaban las calles de Prístina y los petardos, se distinguían los gritos de los albaneses de «welcome to a new state» o «Pavarësia» -independencia, en albanés-.
Todo a punto
Ya desde inicio de semana se estaban ultimando los preparativos para la ceremonia. Centenares de carteles de comercios inundan la ciudad dando la bienvenida al nuevo Estado o -los oficiales- con recomendaciones para festejar la independencia con dignidad. Entre ellas, la de no disparar al aire, una práctica tan peligrosa como habitual en la región.
Aparte, a lo largo de estos últimos días se han conocido más detalles de la celebración en las calles de la capital. Una de las pastelerías más conocidas de Prístina elaborará un pastel de 25 m2 con la silueta del nuevo Estado. Enorme será también la escultura con las palabras «New born» (recién nacido), de 27 metros de largo por tres de alto, que se situará en el centro de la ciudad tras la proclama y donde todo aquel que quiera podrá sellar con su nombre un día histórico. Además, restaurantes y bares han anunciado que sacarán a la calle comida y bebida tradicionales para los participantes.
Con motivo de esta celebración, se calcula que unos 200.000 albaneses han llegado estos últimos días hasta Prístina procedentes de Albania y Macedonia, principalmente. Además de la diáspora albanokosovar, que tanto ha tenido que ver en el sustento económico de la provincia durante el protectorado. Según anunció el aeropuerto de la capital kosovar, se ha registrado un aumento del 26% en la llegada de pasajeros respecto al mismo periodo del año pasado.
Miedo serbio
Por su parte, los aproximadamente 100.000 serbios que habitan en Kosovo se movían estos días entre el temor y la resignación. Aún así, en las zonas de mayoría serbia al norte de Mitrovica, ciudad dividida por un puente que separa a ambas comunidades, ya se habían anunciado para el lunes manifestaciones de repudio. Por precau- ción, en estas zonas, la KFOR -la fuerza de la misión de la OTAN- ha aumentado significativamente su número de efectivos de cara a evitar actos violentos y ayer levantó algunas barricadas.
Por otro lado, los medios de comunicación locales avanzaron ayer la intención de varios ministros del Gobierno serbio de viajar a distintos enclaves, una medida destinada a dar apoyo a sus habitantes así como mostrar su rechazo a la declaración unilateral. En esta misma línea, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, se reunió en Belgrado con una delegación de serbios de Kosovo a los que pidió que permanezcan en sus hogares y prometió ayuda del Estado.
En paralelo a estos actos, la UE puso ayer en marcha su misión civil en Kosovo, con la que enviará a cerca de 2.000 efectivos para contribuir a un futuro estable en la provincia. La Eulex sustituirá tras un periodo de transición de 120 días a la misión de la ONU y se encargará de tutelar al estado naciente sobre todo en temas de seguridad y justicia.
Carles CASTRO-Oriol ANDRÉS Prístina