Juanjo BASTERRA

En noviembre se confirmó un caso de lipoatrofia semicircular en el Edificio Feria en el que se ubica la Hacienda foral de Bizkaia. A mediados de diciembre, apareció un segundo caso y existe un tercero detectado en febrero. Ante esta situación, en la Diputación foral de Bizkaia no se han tomado ni medidas de control ni se ha prevenido al resto de trabajadores del servicio de Hacienda, que alcanza al millar de empleados.

En Gipuzkoa, en tres edificios de la Diputación foral han aparecido ya 56 casos, según LAB. Esta enfermedad, que no es muy conocida, aparece en edificios de poca ventilación y con poca humedad en el ambiente. Se dio a conocer el año pasado, cuando la compañía Gas Natural inauguró un nuevo edificio en Barcelona. Tuvo que cerrarse cuatro días para instalar las medidas correctoras que evitasen la propagación de esa enfermedad, de la que se desconoce con exactitud sus consecuencias, por lo que la prevención es necesaria para evitar que se desarrolle entre los empleados.

Marisol Portela y Carlos Royo, delegada de la Junta de Personal y delegado de Prevención, respectivamente, en la Diputación de Bizkaia en representación de LAB, han presentado ante la Delegación territorial de Bizkaia del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social una denuncia por la «ocultación» y la «falta de prevención» del equipo de José Luis Bilbao en relación a los trabajadores de la Hacienda foral.

Marisol Portela en declaraciones a GARA insiste en que la Diputación de Bizkaia «quiere mantener oculto este problema para la salud de los empleados» y lamenta que «no se hayan puesto en marcha medidas preventivas, como indica el protocolo de Osalan». Portela afirma que detrás de este problema existe uno más grave como es que el edificio que alberga la Hacienda foral es «un edificio enfermo».

«En el presupuesto de 2008 existe una partida para el proyecto de modificación del edificio, pero se alarga hasta el 2012». Esta situación «es inadmisible. No hay explicación para que los empleados públicos de Hacienda tengamos que estar asumiendo un riesgo permanente contra nuestra salud». En base a esa situación, la representante de LAB reclama «una solución directa y clara. Que no se juegue con nuestra salud», reclama.

Ocultación

LAB denuncia, por otro lado, que desde el primer caso que apareció la dirección de Hacienda trató de ocultar el mismo, a la vez que intentó desacreditar a la empleada que lo denunció «por casualidad». Para Marisol Portela esa actitud obedece a ese intento de ocultación y reclama directamente que se realicen los chequeos médicos a todo el personal que trabaja en el edificio. A la vez, exige que se ponga en marcha el protocolo de Osalan sobre las condiciones de trabajo, que es similar al adoptado por la Generalitat de la Catalunya. En el mismo, se reclama que se fije en un plano la ubicación de los trabajadores afectados, a la vez que se analizarán las instalaciones, el mobiliario y los equipos de trabajo. Se deberían de realizar las mediciones correspondientes en cada puesto para conocer las «condiciones termohigrométricas: temperatura seca y humedad relativa del aire», los campos electromagnéticos, la carga electrostática y la corrección de la instalación eléctrica.

A la vez, el protocolo de Osalan, que LAB demanda que se ponga en marcha de manera inmediata, exige que se informe a los trabajadores sobre la patología y las medidas de prevención a implantar. También se deberán analizar los microtraumatismo producidos por presión continua y los campos magnéticos, eléctricos y de electricidad estática en cada puesto de trabajo.

Sin embargo, la Diputación de Bizkaia no ha tomado medida alguna al respecto.