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WATERPOLO

Sobran ganas y calidad, pero faltan buenas infraestructuras

La Primera División de waterpolo ha llegado al ecuador de la temporada, y el Club Waterpolo Navarra se sitúa como líder destacado en una competición donde no existen ni los viajes en avión, ni los contratos multimillonarios, pero donde hay compromiso y amor por este deporte.

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Koldo AKORDARREMENTERIA

Manel Silvestre es el entrenador, y en gran medida, el respon- sable de la buena marcha del Club Waterpolo Navarra esta temporada. Llegó al club el pasado verano procedente del Sabadell. Sabía muy bien a dónde iba y el proyecto le atraía. Sabía también qué era lo que el equipo necesitaba. Desde el inicio se pusieron manos a la obra y lo primero que hicieron fue dotar al equipo de un plus de calidad. Para ello tuvieron que afinar todos los sentidos y ficharon a jugadores muy experimentados y bien conocidos por el entrenador. Jugadores veteranos y más técnicos que encajaron a la perfección con el resto del equipo. Los resultados no se hicieron esperar.

Esta mejora del equipo ha causado una gran sorpresa en el entorno del waterpolo, pero Manel Silvestre no se siente extrañado por la situación. Cuando se le pregunta sobre cúal ha podido ser la causa de ese salto de calidad que el club ha dado de un año a otro, el entrenador no lo duda y afirma que «tras ese salto que hemos dado hay dos claves: por un lado están los tres fichajes de calidad que hicimos en verano, y por otro está la constancia de los entrenamientos que realizamos; unas nueve sesiones por semana».

Llegados a mitad de temporada es hora de mirar atrás y hacer balance. Los datos hablan por sí solos: el CW Navarra aventaja en 6 puntos al segundo clasificado, el UE Horta-SEOP. Ya nadie duda que este equipo funciona y que este año, aún teniendo los pies en el suelo, aspira a subir a la máxima categoría, la División de Honor.

Críticas al escaso seguimiento mediático

El waterpolo nunca ha sido un deporte de masas y Manel no lo acaba de entender, ya que «es uno de los deportes que más medallas ha aportado al medallero estatal en los últimos años». Por todo ello, el entorno de este deporte está enfadado con la poca repercusión mediática de este deporte en los medios, y es que ya no retransmiten ni la Copa, cosa que antes se hacía todos los años.

Es necesario señalar que este deporte olímpico no disfruta en ningún país de un gran seguimiento popular, pero hay estados que intentan que estos deportes no caigan en el olvido. Como indica el entrenador catalán, «en Italia, todas las semanas retransmiten al menos tres partidos. Aquí, en cambio, si quieres saber los resultados y noticias relacionadas con el waterpolo, la única opción que te queda es buscar en internet».

Los obstáculos de equipos como el CW Navarra son innumerables. Uno de los temas más incómodos es el de los viajes. «Tenemos partidos, por ejemplo, en Valencia. Para ello tenemos que hacer siete horas de viaje en autobús, jugar el partido, y meter otras siete horas de viaje de vuelta». Pero ahí no reside el verdadero problema. Manel dice que «ese esfuerzo es parte de la competición, es un sacrificio que hacemos por realizar algo que nos gusta. Por eso vemos que el problema está en otro lugar».

El entrenador incide en que existe una gran falta de coherencia desde las instituciones. Se queja de que «llevan a cabo programas para que los clubes lleguen a la élite; y luego te das cuenta de que, por ejemplo en Navarra, no hay prácticamente piscinas de 50 metros, que son las que necesitamos para jugar al waterpolo». Y es que el CW Navarra entrena en piscinas de 25 metros. «Y eso es como si el Athletic entrenase durante la semana en un campo de fútbol-5 y el domingo tuviera que jugar en un campo de 100 metros de largo», indica el entrenador de una manera muy gráfica.

La situación ha empeorado en los últimos años. Cuando la repercusión mediática desciende, el seguimiento popular baja paralelamente, y si el seguimiento decae, los patrocinadores no invertirán. Es una espiral negativa que puede acabar con un deporte que aún hoy apasiona a mucha gente.

La temporada que viene no tendrá nada que ver con ésta

Manel Silvestre se muestra contento con el rendimiento de su equipo. Remarca que este año han conseguido un equipo muy equilibrado, muy sólido. Los fichajes de verano han encajado perfectamente con el anterior bloque, y los jóvenes también aportan mucho. Todos saben que están haciendo un gran trabajo y que de seguir así el ascenso es un objetivo real. Sin embargo, también son conscientes de la otra realidad. Saben que si el año que viene ascienden a División de Honor, todo será diferente. Se verán las caras con equipos repletos de profesionales, equipos que tienen sus propias instalaciones y que tienen el apoyo de instituciones que les ayudan en todos los aspectos; desde los viajes hasta las instalaciones, pasando por las nóminas. Todos coinciden en afirmar que el waterpolo no atraviesa su mejor momento, pero clubes como el CW Navarra demuestran que con sacrificio y esfuerzo todo es alcanzable. K.A.

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