Cifras obscenas
Francisco González, presidente de BBVA, colocado por el PP tras la fusión de BBV y Argentaria, percibió en 2007 un salario de 5,082 millones de euros, a lo que debe añadirse un extra por resultados que eleva la cifra a 8,8 millones. Sin este extra, González cobra en un día de trabajo efectivo lo mismo, céntimo arriba céntimo abajo, que el salario medio anual de un trabajador vasco. O, lo que es lo mismo, cobra 605 veces más que los perceptores del salario mínimo interprofesional; o 422,2 veces más que uno de los salarios más bajos del banco, auxiliar en los Servicios Centrales; o 158 veces más que el grupo de técnicos más afortunados de BBVA, con salarios por encima de 32.000 euros anuales.
BBVA ganó el año pasado 6.126 millones, un 29,4% más que en 2006, pese a la desaceleración económica. Los altos ejecutivos de la dirección de esta multinacional bancaria cuentan con emolumentos desorbitados, como ha denunciado LAB en varias ocasiones. El BBVA, al igual que el Santander, la Caixa o Caja Madrid, mantiene la idea de compensar de manera amplia a sus directivos, en su carrera por acercarse a los enormes salarios del sector en EEUU o en el Estado francés, Gran Bretaña y Alemania. Pero, mientras, los empleados del banco están perdiendo poder adquisitivo.
Contrasta esta situación de bonanza para el bolsillo de los banqueros con las llamadas a la contención salarial de los trabajadores para evitar que aumente la inflación, un encarecimiento del IPC producido, tal y como denuncia ELA, por el incremento del beneficio empresarial, que lleva creciendo 14 años de forma ininterrumpida. ¿Son estos enormes sueldos éticos en medio de una crisis que el propio sector bancario ya atisba? ¿Cómo calificarlo cuando en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa más de 600.000 asalariados temporales perciben menos de 900 euros mensuales? ¿Cómo valorarlo cuando cada vez son más los hogares que se encuentran con dificultades para llegar a fin de mes? ¿Qué nombre darle cuando, según el último dato conocido, 500.000 personas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa declararon ante las haciendas forales en 2005 unos ingresos mensuales inferiores al umbral de la pobreza (que Elkartzen sitúa hoy en 1.030 euros en doce pagas)?