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Salva un punto que sabe a gloria

El Eibar volvió a crecerse ante otro equipo de la parte alta de la tabla. Su buen partido le permitió salvar un punto frente al Málaga, pese a que incluso se permitió desperdiciar un penalti después de que los andaluces se hubieran adelantado en el marcador.

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EIBAR 1

MALAGA 1

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

El Eibar recuperó ayer sus mejores sensaciones con el empate que consiguió frente al Málaga. Los azulgranas volvían a Ipurua con la obligación -relativa, porque el margen de maniobra es todavía amplio- de ganar, pese a enfrentarse a uno de los equipos más potentes de la categoría, y con el recuerdo de su pobre partido en Tarragona a las espaldas. Y como ya sucediera dos semanas atrás frente al Celta, se puso el traje de matagigantes y acabó firmando un punto que supo a gloria.

Porque, evidentemente, todos los puntos no son iguales; no hay más que recordar el empate de Xerez. Por cómo se consiguen -en este caso fue el Eibar al que le tocó remontar- y por el rival contra el que se suman. Esta vez un Málaga que demostró que su clasificación no es fruto de la casualidad, sino de una buena combinación entre trabajo y calidad. Lo cual, evidentemente, concede mucho más mérito al empate.

Sucede lo mismo con la clasificación. Lo que la pasada semana eran sudores se han convertido ahora en suspiros de alivio, pese a que la diferencia con la clasificación es la misma, seis puntos. Pero, paralelamente a los movimientos que registraba el marcador de Ipurua, la ventaja llegó a reducirse ayer a los tres a lo largo de la tarde, lo que permite dar por muy buena la media docena con la que concluyó la jornada.

Más aún porque la sensación que ofreció el Eibar volvió a ser muy buena. Y eso que sufrir, se sufrió. Y desde el primer minuto, cuando una jugada entre Baha y Eliseu que terminó en córner confirmó que el Málaga no llegaba con la intención de especular. A los azulgranas, además, les costó encontrar su sitio, lo que permitió a su rival, máximo goleador de la categoría, empezar a hacer méritos.

En realidad los siguió haciendo hasta el descanso, aunque pasado el cuarto de hora el partido se igualó por completo, lo que provocó que el Málaga también sufriese cuando los azulgranas cogían el balón. Tampoco demasiado y, de hecho, las mejores ocasiones locales llegaron a balón parado, con sendos cabezazos a cargo de Del Olmo y Goiria.

Lo cierto es que el partido siguió un guión similar a anteriores citas en Ipurua, con un Eibar muy diferente en los primeros minutos de la reanudación al que había saltado al campo a las cinco de la tarde. Pese a un aviso malacitano, con un cabezazo de Baha que se marchó fuera por poco, el choque empezó a decantarse del lado armero.

En el mejor momento

Justo cuando mejor empezaba a hacerlo el Eibar llegó el gol visitante, con un rápido contragolpe de Gámez que Baha, que parece tenerle tomada la medida al cuadro guipuzcoano, convirtió en el 0-1.

El disgusto sólo duraba tres minutos -eso parecía, más bien-, los que transcurrieron hasta que Antonio Hidalgo cortó un centro de Del Olmo con la mano dentro del área. Lamentablemente, Goiria, que había anotado otros tres penaltis -el único jugador del equipo que lo había conseguido, de hecho- decidió darle más emoción al partido, rematando un balón muy suave que detuvo Goitia.

Parecía la puntilla, y quizá lo hubiera sido para cualquier otro equipo, pero no para un Eibar que tiró de la especialidad de la casa, casta, para no venirse abajo. Le hizo falta, desde luego, porque si la delantera malagueña impone, la defensa tampoco tiene nada que envidiar.

Por fortuna, y tras unos minutos en los que el gol podía haber llegado en cualquier área, el empuje armero encontró recompensa a cinco minutos del final, con una falta botada por Alaña, que Yagüe remató a palo para que Altuna -que, con ocho tantos en Liga, vuelve a empatar con Goiria máximo goleador azulgrana-, siempre atento en busca del gol, anotase el definitivo empate a uno.

Manix: «Hemos hecho un partido serio y trabajado, para puntuar como mínimo»

Ni Javier Mandiola, ni Juan Ramón López Muñiz pusieron pegas al empate, probablemente porque ambos equipos tuvieron opciones de ganar, pero también podían haber perdido.

El técnico azulgrana, que reconoció que lo de sufrir «es nuestro sino, no creo que haya un partido en el que no lo hayamos hecho», coincidía en que «se han dado situaciones de poder perder, de poder ganar... No se puede hablar de justicia o de falta de justicia con el empate. Así que me quedo con que hemos hecho un buen partido serio y trabajado, para puntuar como mínimo, ante un buen equipo. Y si tuviera que apuntar algo en el debe, sería el haber fallado el penalti, porque de siete penaltis sólo hemos marcado tres y ya es un poco preocupante». Aunque a este respecto, Manix recordó que «cuando fallas un penalti, quiere decir que lo provocas que pisas área... Hay que mirarlo todo».

Volviendo al partido, el técnico admitió que su equipo lo pasó mal sin balón, aunque «cuando hemos tenido el balón, hemos tocado y hemos hecho las cosas muy bien. A este equipo poco más se le puede pedir».

En lo que respecta a la consecuencia clasificatoria del empate, Mandiola mantuvo el discurso habitual. «Ahora nos faltan 16 y el hecho de que llevemos tres, seis o nueve de ventaja al descenso importa menos, aunque es verdad que de reojo siempre miras la clasificación. Pero la realidad es que tenemos que llegar a los cincuenta, y ahora nos falta uno menos». Y, lo que es más importante, el técnico cree que sus jugadores afrontan este último reto de la menor manera. «Creo que el equipo ha vuelto a coger chispa y ritmo de cara a los cuatro meses que quedan», destacó Manix.

Juan Ramón López Muñiz, por su parte, describió el encuentro como «disputado y con opciones para los dos equipos. Un partido en el que sabíamos que cualquier detalle podía decidir». El técnico reconoció que su equipo «lo ha hecho bien hasta el gol y luego el Eibar nos ha apretado», con lo que no consideraba injusto el empate.

Justicia o injusticia del marcador al margen, es evidente que en el Eibar se disfrutó más. «La gente puede pensar que se han dejado escapar dos puntos porque se jugaba en casa -analizaba Jon Altuna-, pero ha sido contra el Málaga, contra el que pocos equipos van a poder puntuar, y remontando». Algo que el Eibar consiguió por «casta e intensidad. Si por algo se caracteriza este equipo, es porque siempre da la cara», destacó..

A.U.L.

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