«El espectáculo pretende que la voz y el movimiento sean una misma cosa»
La coreógrafa Blanca Li acerca este fin de semana al Teatro Victoria Eugenia su «Corazón Loco». La granadina se encuentra sumergida en un periodo próspero con tres creaciones en gira, una exposición abierta y un documental en mente. En este caso, trae a Donostia una danza en la que los cuerpos se mezclan, que se podrá volver a ver en Gasteiz el próximo 13 de marzo.
Itziar AMESTOY | GASTEIZ
Este fin de semana, el Teatro Victoria Eugenia abre sus puertas al espectáculo de Blanca Li «Corazón Loco». Una obra, la de la coreógrafa granadina, en la que la música nace del movimiento, en la que confluyen el cuerpo y la voz. Directora en activo del Centro Andaluz de Danza, esta mujer de larga e intensa carrera -comenzó sus estudios en Nueva York, donde colaboró, entre otros, con la compañía de Martha Graham-, ha dirigido también el ballet de la prestigiosa Ópera Comica de Berlín. Muy conocida en el Estado francés, donde ha trabajado durante muchos años, actualmente es una de las coreógrafas y bailarinas europeas más respetadas.
Se acerca un marzo lleno de actuaciones por Donostia, Zaragoza, Logroño o Gasteiz. ¿Cómo afronta este periodo?
Es un momento al que me acerco con mucha ilusión. Siempre me ha gustado mucho cuando tengo movimiento y actuaciones en mi agenda. Si hay previsiones significa que la cosa va bien, que el público está aceptando nuestro trabajo.
En el nuevo espectáculo, la música nace del mismo movimiento. ¿Cómo se consigue?
La idea de la obra era partir del trabajo de la voz de los cantantes y del cuerpo de los bailarines y hacer una creación a raíz de eso. Por ello, se puede decir que es un espectáculo que habla de un encuentro; de un encuentro entre la voz y el movimiento.
¿Es fácil hacer que la voz y el cuerpo confluyan?
Ha habido un trabajo muy grande en el que los cantantes han tenido que adaptar su trabajo, que es cantar, a todo el trabajo físico. Los bailarines, por su parte, me han ayudado a integrar a los cantantes. Y, desde luego los bailarines también han tenido que integrarse ellos mismos. La idea es que no se sepa en ningún momento quién es bailarín y quién cantante; que los cuerpos se mezclen, que la voz y los movimientos sean una misma cosa. De ahí que hablemos de un encuentro, no de dos elementos independientes.
¿Hubiera sido posible buscar un perfil de artista que integrara las dos facetas?
En la obra, hay ocho cantantes y seis bailarines; por eso, ha habido un trabajo importante de integración de unos a otros. Sin embargo, hubiera sido muy difícil encontrar un perfil común ya que el tipo de música que cantan es una música muy difícil y requiere de profesionales muy específicos. No puede venir cualquiera y ponerse a cantar música contemporánea con dos clases.
El espectáculo ha cosechado un gran éxito en el Estado francés, ¿espera la misma acogida en tu ruta por Euskal Herria?
Como siempre, habrá gente a la que le guste y gente a la que no. Pero calculo que es una actuación muy poética y que cuando entras dentro es muy interesante. La razón es todo el trabajo que tiene; se ha hecho con una partitura original y se ha intentado que los cantantes vayan un poco más lejos de lo que suelen ir. Todo eso se nota.
Además de «Corazón Loco», en estos momentos su compañía tiene en marcha otros espectáculos: «Macadam» y «Poeta en Nueva York». ¿Cómo ha ido la gira de esta última?
De momento, la puesta en escena se ha hecho en Granada, dentro del festival que se realizó en esa ciudad, el de Lorca y Granada. Ahí, tuvimos 55.000 asistentes: una cifra espectacular para una obra que se ha hecho sólo en esta ciudad.
¿Cómo se lleva el hecho de conjugar diferentes espectáculos en un mismo periodo?
Es algo que hago desde hace muchos años. Intento tener una compañía de repertorio, es decir, una compañía que haga varios espectáculos a la vez. Actualmente, tenemos tres espectáculos en gira. Pero son tres equipos diferentes, uno para cada obra. Durante bastante tiempo fue el mismo equipo el que hacía todos los espectáculoss. Ahora, por casualidad, son tres espectáculos muy diferentes que requieren, cada uno de ellos, de un equipo diferente. En «Macadam» son bailarines de hip hop; «Poeta en Nueva York» también tiene música en vivo pero, en este caso, son músicos de jazz y de flamenco y los bailarines son de flamenco, hip hop y contemporáneo. Por último, está «Corazón Loco», con cantantes y bailarines contemporáneos. Son tres espectáculos completamente diferentes.
Con creaciones tan diversas, ¿no acaba confundiendo conceptos?
No, me organizo muy bien. Para ello, tengo un equipo muy bueno, con buenos asistentes. En fin, funcionamos de una manera bastante organizada y creo que es completamente necesario, si no...
Hace poco recibió el galardón a la mejor coreografía de los premios Max por «Poeta en NY», ¿cómo valora este reconocimiento a tu trabajo?
Es muy importante, porque se trata de un premio de la profesión. Además, creo que es la primera vez que me dan un reconocimiento así. También creo que ayuda mucho a integrar el trabajo con el público, porque es un premio que se admira mucho.
Después de tanto años haciendo carrera por el Estado francés, ¿prefiere la acogida del público galo?
Sí, es verdad que llevo mucho años yendo de gira por Francia. Por aquí, se me está comenzando a conocer más durante los últimos tres años. En años anteriores, veníamos regularmente, pero ha sido una cosa más lenta. También influye que las giras aquí son más pequeñas. Además, es un poco más difícil trabajar al público porque hay menos infraestructuras para lo que es la danza. En general, se puede decir que es un camino un poco más lento, todos los años de trabajo que he hecho están empezando ahora a tener resultados.
Además de tres espectáculos y una exposición, también se traes un trabajo cinematográfico entre las manos...
Estoy trabajando en un documental que hice durante todo el periodo de creación de «Corazón Loco». Como fue un momento del trabajo que hablaba realmente de un encuentro, decidí filmarlo. Estuve tres meses grabando todo el trabajo y ahora estoy haciendo un documental de ese momento, de toda la creación de la obra.
Ahora, usted que es una creadora multidisciplinar ¿considera que le siguen quedando retos para el futuro?
Claro, miles. Creo que retos hay millones, nunca se tienen porqué acabar. Una nueva parcela que estoy descubriendo es la del cine; me interesa mucho. Sí, quizás ahora sea el momento de concentrarme en el cine.
«En la obra participan ocho cantantes y seis bailarines; la idea es que no se sepa en ningún momento quién es bailarín y quién cantante»
«Ha habido un trabajo de encuentro muy grande, en el que los cantantes y bailarines han tenido que integrar sus trabajos»
Desde el 26 de enero se puede visitar en el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) la exposición «Te voy a enseñar a bailar». ¿Cómo está yendo esta aventura de lanzarse al mundo de las exposiciones?
Genial. Está teniendo una gran acogida por parte del público. Se trata de una exposición muy interactiva y creo que por eso está teniendo muchísimo éxito. A los niños también les gusta mucho. En general, se puede decir que es muy divertida; cuando la visita la gente puede bailar y pasárselo bien, puede tocarlo todo. Como dato, el primer fin de semana ya hubo 12.000 personas, tuvo una apertura exitosa.
Dejando a un lado la respuesta del público; como profesional, ¿le parece una iniciativa acertada?
Sí, ha sido positivo. Al final, me ha hecho trabajar de una forma muy diferente a la que suelo trabajar normalmente. Se trata de algo que no es espectáculo vivo; las exposiciones son un concepto diferente. En este caso, lo dejo en un museo y tengo que irme y esperar que funcione sin poder intervenir directamente. I. A.
«La compañía tienes tres obra en gira y un equipo para cada una; son espectáculos completamente diferentes con estilos de músicas y bailes diferentes»
«Retos creo que hay millones. Una parcela que estoy descubriendo es la cinematográfica; me interesa el cine. Quizás, ahora sea el momento de centrarme en él»