Las damas de honor también se casan
«27 vestidos»
Aline Brosh McKenna, la misma guionista que adaptó la comedia de éxito «El diablo viste de Prada», escribe ahora un argumento original para una comedia romántica con la moda nupcial como escaparate.
M.INSAUSTI | DONOSTIA
La promoción de «27 vestidos» explota el hecho de contar con la guionista de «El diablo viste de Prada». Lo que no nos dicen es que Aline Brosh McKenna se basó para escribir aquella comedia de éxito en un best-seller literario, algo que no sucede ahora. Además, tampoco es una referencia fiable, puesto que «Diario de una niñera» se presentó como una versión que cambiaba a la ayudante de la directora de una revista de modas por una canguro al servicio de una conocida y rica familia de Manhattan, resultando un completo fiasco. Aún así, el título de esta nueva comedia romántica al gusto de Hollywood ya se encarga de anunciar la importancia del diseño de vestuario, buscando al mismo público que rió entonces y salió del cine complacido.
Esos 27 modelos nupciales son las verdaderas estrellas de la función a fin de cuentas, y han sido diseñados especialmente para la película por Catherine Marie Thomas, bautizando a cada uno de ellos con un nombre de acuerdo con el motivo que lo ha inspirado. Los hay de toda índole, con referencias cinematográficas que pasan incluso por los armazones que lucía la Escarlata O'Hara de «Lo que el viento se llevó». Y si la película es como una pasarela de moda, la encargada de desfilar en «27 vestidos» es Katherine Heigl, actriz que ha alcanzado la popularidad como doctora residente de la serie televisiva «Anatomía de Grey». El que su armario ropero esté lleno de originales modelos de dama de honor se explica por su desmedida afición a asistir a las bodas, donde ella nunca es la novia. La gota que colma el vaso de su paciencia llega cuando su hermana pequeña anuncia el compromiso matrimonial con el hombre del que está enamorada en secreto, y para el cual trabaja.
Participar en el séquito de esa boda no deseada será demasiado, hasta para ella, que ostenta el récord de asistencia a enlaces ajenos. Menos mal que hay un periodista interesado en las peculiaridades de la protagonista, que acabará sintiéndose atraído por ella de una manera especial, tanto como para darle la oportunidad de vestir por fin el vestido de novia.
En el papel del jefe de la casamentera Heigl se puede ver a un Edward Burns con cara de circunstancias, obligado a costearse sus películas como director independiente con el trabajo de actor, aunque su imagen empieza a ser ya la de un galán venido a menos. Tampoco da la impresión de poner un mayor empeño interpretativo James Marsden, colocado como figura decorativa.
La vestimenta nupcial, bastante estrafalaria, tiene un papel estelar. El conjunto favorito de Heigl es el que ella define como el vestido de «Lo que el Viento se Llevó»: confeccionado en seda amarilla con azahar y encajes de cintas naranja. Se complementa con un sombrero de paja y un parasol de encaje. El «Vestido de Vaquera» se completa con un sombrero de vaquero blanco, el «Submarino», con aletas rosa, gafas de bucear y todo, y el «Vómito Verde» no necesita más explicación.
Título original: «27 Dresses».
Dirección: Anne Fletcher.
Intérpretes: Katherine Heigl, James Marsden, Malin Akerman, Edward Burns, Brian Kerwin, Peyton List, Charli Barcena.
País: EE.UU., 2008.
Duración: 107 minutos.
Género: Comedia romántica.
Dirección y guión: Sebastián Gutiérrez.
Producción: Greg Saphiro.
Fotografía: John Toll.
Música: Nathan Barr.
Intérpretes: Lucy Liu, James D'Arcy, Michael Chiklis, Carla Gugino, Robert Forster, Marilyn Manson, Mako, Samaire Armstrong, Cameron Richardson, Allan Rich.
País: EE.UU, 2007.
Duración: 122 minutos.
Género: Terror.