Al menos 17 palestinos, entre los que se encuentran cinco niños y varios militantes islamistas, murieron ayer como consecuencia de ataques del Ejército israelí contra Gaza, según informaron fuentes hospitalarias.

Dos primos, Did y Omar Dardonah, de once y doce años, y otros dos niños, de ocho y nueve años, murieron en un ataque aéreo al inicio de la tarde en Jabaliyah, al norte de Gaza, según fuentes médicos. Todos ellos estaban jugando en un descampado cuando se produjo el ataque sionista.

Poco después, un militante de Hamas, Ramez Nasser, murió y otros dos resultaron heridos en otro ataque aéreo contra un coche en Beit Hanun, también al norte de Gaza, siempre según las mismas fuentes.

Asimismo, otros dos miembros de Hamas murieron en otro ataque aéreo en el mismo sector. Esta incursión también provocó tres heridos.

Una portavoz del Ejército israelí confirmó que «se han registrado numerosos ataques que tenían como objetivos las células de lanzadores de cohetes».

La justificación israelí para llevar a cabo esta carnicería fue el lanzamiento de cohetes artesanales al-Qassam desde Gaza contra posiciones sionistas en el Neguev. Un civil israelí murió el miércoles en Sderot al recibir el impacto de una esquirla de uno de estos cohetes artesanales. Era la primera víctima mortal por este tipo de ataques desde que Hamas tomó el poder en Gaza.

De madrugada, Loay Kouneita, miembro de las Brigadas Ezzdine al-Qassam, vinculadas a Hamas, murió en otro ataque aéreo contra el barrio de Chujaiyah, en la ciudad de Gaza. Otras dos personas resultaron heridas.

Junto a ello, dos miembros de los Comités de Resistencia Popular, Mohammed al-Amriti y Mohammed al-Simri, murieron en el mismo sector debido a otro ataque aéreo. A última hora de la madrugada, otros dos militantes de Hamas murieron en un ataque contra instalaciones del movimiento islamista en el barrio de al-Zeitun, en la ciudad de Gaza, Otros tres palestinos resultaron heridos.

Un portavoz militar israelí en Tel Aviv confirmó que «la aviación ha llevado a cabo el jueves por la mañana tres ataques aéreos contra hombres armados en el norte de la franja de Gaza».

Mohammed Hamadeh, de doce años, quien resultó herido en uno de los ataques registrados el miércoles falleció ayer. En este ataque murieron otros dos civiles.

Por otra parte, dos milicianos palestinos murieron ayer por la mañana como consecuencia de una incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Balata, en la ciudad cisjordana de Nablús.

Entre todas las muertes registradas en Palestina en los últimos dos días, la que más impactó causó fue la de Mohammed al-Borai, un bebé de seis meses que falleció el miércoles por la noche en un ataque contra el Ministerio de Interior del Gobierno de Gaza.

El portavoz de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Christopher Gunnes, condenó «vivamente» la muerte del bebé e instó a Israel a «contenerse y a no poner en peligro a los civiles».

En el transcurso de una visita a Tokyo, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, insistó en que su Gobierno tiene la determinación de perseguir las operaciones militares «contra los lanzadores de cohetes».

«Le he explicado a la secretaria de Estado [de EEUU] que no cesaremos en nuestra batalla», declaró Olmert tras un encuentro con Condoleezza Rice, que también se encontraba en Japón. «Obligaremos a los teroristas a pagar un precio muy elevado», añadió mientras visitaba una fábrica de coches Nissan.

Olmert lamentó la muerte de Sderot. «Lo que ha ocurrido puede repetirse en un futuro próximo. Estamos en el punto álgido de esta batalla y seguiremos adelante hasta que el peligro que amenaza a los habitantes del sur de Israel cese».

«No tenemos la fórmula mágina para solucionar este problema de un día para otro. Es un proceso doloroso. Recibimos golpes dolorosos y devolvemos golpes aún más dolorosos», señaló Olmert.

Rice, que viajará la próxima semana a Oriente Próximo, por su parte, culpó a Hamas de «todo lo que está pasando».

«Los ataques con cohetes tienen que cesar», declaró Rice, que también mostró su preocupación por «las personas inocentes y la situación humanitaria en Gaza».

Según un miembro de la delegación de Olmert, el primer ministro habría señalado a Rice que «Hamas ha abusado seriamente de la paciencia de Israel».

En Israel, el ministro del Interior, Meir Sheetrit, hizo un llamamiento a «la eliminación directa» [asesinato] de la dirección política de Hamas. «Soy favorable a la eliminación de todos los miembros de Hamas, de la escala militar y de la escala política. No importa quiénes sean», declaró.

Amenaza de invasión

El ministro de Defensa israelí y líder laborista, Ehud Barak, amenazó con incrementar el nivel de agresión contra Gaza. «Hay que prepararse para una escalada en el frente sur. Una operación terrestre de gran envergadura está de actualidad», señaló.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por su parte, mostró su inquietud por «la escalada de violencia en la región» y expresó su esperanza en que la situación actual «no descarrile el proceso de paz».

«Estos hechos muestran la necesidad urgente de apaciguar la violencia y que no deben perturbar la continuación del proceso político», destacó Ban Ki-moon.

La Cruz Roja también mostró su preocupación por la situación en Gaza. «Los civiles de los dos lados continúan sometidos a una angustia inaceptable y a un peligro perpetuo de riesgo de ataque», indicó el jefe de la delegación de la Cruz Roja en Israel y los Teritorios Ocupados.