Según ha podido saber GARA, el Patronato del Parque Natural de Gorbeia se posicionó ayer, por unanimidad, en contra de la ubicación prevista para el parque eólico de Orozko, en el alto de Kolometa. Se trata de una decisión no vinculante, pero que, por ser una expresión directa de todos los organismos, instituciones y sectores implicados, tiene una importancia vital para el futuro de esta central eólica.

En cualquier caso, tras este posicionamiento es prácticamente imposible que se produzca la adjudicación de las obras para la instalación de esta central, como estaba previsto, de forma conjunta con tres de los proyectos previstos para Araba (Arkamu, Cruz de Alda e Iturrieta).

El Patronato encargado de velar por la protección del medio ambiente en el Parque Natural de Gorbeia está formado por representantes de las dos diputaciones implicadas (departamentos de Medio Ambiente de Bizkaia y Araba), Medio Ambiente de Lakua, los ocho municipios del Parque Natural, agricultores, ganaderos y ecologistas. Esto es, todas las instituciones que tienen algún nivel de responsabilidad en todo lo que se decida en el ámbito del Parque Natural, así como todos los sectores sociales y económicos que también se ven afectados por las actuaciones que se lleven a cabo en el territorio del parque. De ahí la trascendencia del acuerdo adoptado ayer por todos ellos.

La Consejería de Industria de Lakua había solicitado, como es preceptivo, una valoración respecto al emplazamiento elegido para instalar una central eólica en Kolometa. De llevarse adelante este proyecto, sería necesaria una revisión del Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Parque Natural de Gorbeia. Pero el rechazo unánime del Patronato a la ubicación prevista supone, como consecuencia, que esa modificación no se va a llevar a cabo.

En cualquier caso, Industria podía instar a ese cambio, pero además de que el proceso se alargaría demasiado, no parece probable que se enfrente a la postura unánime ayer expresada.

Tras desistir Lakua hace un año de instalar un parque eólico en Ordunte, el de Kolometa es el único proyecto que queda en Bizkaia. Juntas Generales y Diputación de Bizkaia, así como la práctica totalidad de agentes sociales de la zona se habían posicionado en contra. A pesar del amplio rechazo, Lakua mantenía vivo el proyecto.