LAB consideró «insuficiente» la última propuesta realizada por el Departamento de Sanidad tanto en «contenidos reivindicativos -condiciones laborales- como en relación a medidas para garantizar una sanidad pública de calidad y reconducir las consecuencias negativas que el modelo vigente viene generando para tal objetivo». La central abertzale hizo pública ayer su posición en torno al conflicto en una nota de ocho puntos.

Así, LAB indicó que la estrategia de la «Administración está pivotada en un esquema de `más dinero mismo modelo' que viene progresivamente negociando para condicionar las posiciones de quienes cuestionamos estructuralmente tanto las condiciones laborales como el modelo sanitario. Inicialmente fue con el SME, luego con SATSE y en esta última fase, con tacticas bilaterales que han pretendido romper la lucha de los trabajadores y trabajadoras, ha aumentado sus ofertas retributivas pretendiendo legitimar su modelo ante la sociedad. Todo ello en un contexto político-electoral con claros intereses».

En este sentido, la central abertzale, indicó que con «SME la Administración asumió el `complemento de exclusividad universalizado', con el SATSE el complemento específico de este colectivo y con el resto ha pretendido responder con mayores niveles retributivos a un conflicto que, tanto en condiciones laborales-salariales como en modelo sanitario, ha quedado reflejado por la lucha de trabajadores y trabajadoras y el debate en el conjunto de la sociedad».

La política de «divide y venceras» de Lakua está dando sus frutos. Ayer, CCOO indicó que su decisión de no secundar la huelga del día 6 responde a su apuesta por «explorar al máximo el camino de la negociación en base a la oferta realizada».

LAB, entretanto, considera que la última propuesta, «surgida de la presión sindical, significa un avance importante teniendo en cuenta las posiciones anteriormente mantenidas por la Administración -decretazos- pero, sigue sin responder a cuestiones importantes como: reordenación de tablas salariales, desarrollo de puestos funcionales, oferta de empleo, jubilaciones o euskaldunización».

En cuanto al modelo sanitario, LAB afirma que «es imprescindible un control sindical de todos los programas de reducción de listas de espera en la concertación sanitaria con la sanidad privada», al tiempo que demanda, entre otras cosas, un «planteamiento para la reversión de algunos servicios privatizados con un plan estratégico de inversiones para llevarlo a efecto». En esta línea la central abertzale indicó que «estamos en una empresa -Osakidetza- que `produce' sanidad pública», cuando se necesita una visión «sindical y social que, además de las condiciones laborales, sitúe referencias reivindicativas que respondan a la estrategia de privatización progresiva que viene caracterizando la gestión del PNV».

LAB, tras mantener su apoyo a la huelga del día 6, afirmó que «sobre estas reflexiones se han dado contradiciones internas que han ocasionado cambios en la representación de LAB en la mesa negociadora».