Grazprom ha cumplido su amenaza de recortar las entregas de gas a Ucrania si el Gobierno de Kiev no abonaba hasta ayer sus deudas por el gas consumido sin contratar en enero y febrero, y no formalizaba los acuerdos de suministro para el resto del año, en lo que supone un nuevo episodio de la intermitente «gerra del gas» entre Moscú y Kiev.

El portavoz de Gazprom, Serguei Kupriyanov, informó de que el gigante ruso redujo el suministro a Ucrania en un 25%, que posteriormente se elevó hasta el 35%, y aseguró que la medida no afectará al abastecimiento a Europa.

«Ucrania continúa con el consumo de gas no contratado. Los acuerdos siguen sin firmarse, mientras que ese país recibió ya unos 1.900 millones de metros cúbicos por 600 millones de dólares», indicó, según Interfax.

Kupriyanov agregó que «Gazprom es un suministrador fiable, pero no puede ni debe entregar gas sin cobrarlo», aunque aseguró que el consorcio está dispuesto a «reanudar en cualqueir momento» las fracasadas negociaciones con la compañía estatal ucraniana Naftogaz.

Gazprom ya había avisado a la Comisión Europea y a los países europeos de que podría reducir los envíos a Ucrania, pues el 80% de los suministros de gas ruso a Europa pasa por territorio ucraniano.

Ayer mismo, Bruselas pidió a Grazprom y a Ucrania una solución «rápida y definitiva» a esta disputa comercial y expresó la esperanza de que el abastecimiento a los países de la Unión Europea no se vea afectado por este conflicto.

En Kiev, el portavoz de Naftogaz, Valentin Zemlianski, indicó ayer que por la tarde Gazprom recortó aún más el suministro, hasta el 35%, de un consumo total de hasta 135 millones de metros cúbicos diarios.

Pero aseguró que Naftogaz aprovechará sus reservas almacenadas en depósitos, suficientes para un mes, con el fin de suministrar gas a los consumidores internos hasta que se resuelva el litigio, y dio garantías de que el tránsito a Europa no se verá afectado.

Kupriyanov, por su parte, denunció que este nuevo conflicto se debe a que el Gobierno de Kiev se resiste a cumplir los acuerdos alcanzados in extemis el 12 de febrero entre los presidentes de ambos países.

Expertos opinaron que si una vez pasadas las elecciones presidenciales rusas Gazprom endurece su postura y vuelve a cortar totalmente el suministro, Ucrania podría proceder a extraer sin autorización el gas que transita hacia los países europeos, lo que volvería a afectar a Europa.