Análisis | Praileaitz
A vueltas con Praileaitz I
El dictamen en el que se apoya Azkarate para continuar en su empecinamiento carece de todo valor científico, ya que no se ha demostrado que una excavación arqueológica realizada con el cuidado y la metodología precisa perjudique más que continuas explosiones
Javier FERNÁNDEZ ERASO y José Antonio MUJIKA Promotores del manifiesto «Pro Praileaitz I y su ladera»
Fernández Eraso y Mujika, catedrático y profesor titular de Prehistoria de la UPV, respectivamente, critican en el presente artículo a la consejera de Cultura del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, y las conclusiones del estudio que ha encargado al profesor Paul Petit.
Como promotores y primeros firmantes del manifiesto en defensa de la cueva de Praileaitz I y su ladera, hemos seguido, muy atentamente, los acontecimientos que en los últimos días se están produciendo en torno a la explotación de la cantera que sigue amenazando tanto a la cueva como a la ladera en la que se enclava. Muy en particular nos ha sorprendido las actuaciones de la Sra. consejera de Cultura, Drª. Dñª. Miren Azkarate, basada en los dictámenes de un supuesto experto en arte rupestre paleolítico y en la problemática singular que la conservación de los yacimientos conlleva.
Por ello queremos poner de manifiesto lo que sigue:
1.- Nuestra actuación ha sido siempre en defensa del patrimonio prehistórico de este país, sin pretender en ningún caso protagonismo, que no nos corresponde, sino siendo vehículo de una preocupación latente en el mundo científico; la conservación y custodia de los lugares, entre otros, en los que se expresa lo sagrado. Sin embargo, sí queremos expresar nuestra más profunda inquietud por la actuación de la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco acudiendo a un supuesto especia- lista en arte rupestre. Malestar que es reflejo de la poca o nula confianza que muestra el Gobierno Vasco ante los profesores investigadores de la Universidad Pública Vasca y a los más reconocidos especialistas en arte rupestre, a nivel mundial, firmantes del manifiesto promovido por nosotros. Esta irritación se agrava aún más en cuanto que la propia consejera es profesora de la misma Universidad, del área de conocimiento de Filología Vasca, denotando con su actuación prepotencia, falta de respeto y desprecio absoluto hacia sus compañeros de claustro, de cuya profesionalidad y competencia, sobradamente constatada en foros nacionales e internacionales especializados en las áreas de conocimiento de Prehistoria y Arqueología, parece dudar.
2.- Por lo que al supuesto experto en arte rupestre se refiere, el Dr. Paul Petit es Senior Lecturer in Paleolithic Archaeology, de la Universidad de Sheffield, lo que equivale a un Profesor Titular de Universidad con experiencia. Su especialidad, según él mismo reconoce en su curriculum, que puede ser consultado en la página web de dicha Universidad, es el Paleolítico Medio y Superior en Europa y África, centrándose en la tecnología lítica, la demografía del último glaciar, el origen de los enterramientos y de otras activi dades mortuorias, además de intereses en la cronometría prehistórica, particularmente en el radiocarbono. Su tesis doctoral se centró en el Paleolítico Medio del SW francés, concretamente sobre Neandertales. Además, es habitual colaborador en programas de divulgación de la BBC. Su principal logro por lo que al arte cuaternario se refiere ha sido el descubrimiento de las pinturas de la cueva de Creswell, hecho que no le convierte, ni mucho menos, en experto. Los grandes descubrimientos rupestres de nuestro entorno, Ekain, Altxerri, Santimamiñe... no encumbraron a sus descubridores al olimpo de los especialistas en arte rupestre.
De su curriculum se desprende que el Dr. Petit, sin ánimo de menospreciar su trabajo, es un generalista, que ha trabajado en temas colaterales al del arte paleolítico (dataciones...) o en temas que nada tienen que ver con cuestiones artísticas (industrias líticas del Paleolítico medio...). De su lista de publicaciones científicas (reconoce un total de 38) sólo 11 tratan temas relacionados con el arte rupestre, todas, salvo una publicada en internet, están compartidas con varios autores, de ellas cinco están en prensa y entre las seis restantes llegan a sumar 38 páginas. Por otro lado, también, al parecer, es experto en problemas de conservación del arte parietal y de los problemas que suscitan las excavaciones arqueológicas realizadas en santuarios rupestres. Sin embargo, en su curriculum no hace referencia alguna a trabajos de estas características, ni a actividad arqueológica de campo que le pudiera haber servido para conocer dicha problemática.
3.- En consecuencia, el dictamen en el que se apoya la Srª. consejera para continuar en su empecinamiento con relación a la cueva de Praileaitz I, carece de todo valor científico, puesto que no se ha demostrado nunca, en ningún lugar del mundo, que una excavación arqueológica realizada con el cuidado y la metodología precisa, como es el caso, perjudique más que las continuas explosiones, la existencia de una pista sobre la propia cavidad y el continuo transitar de vehículos pesados que se producen en la explotación de la cantera. Además, cabe añadir que tenemos gran interés por conocer ese singularísimo mecanismo por el que se producen las supuestas corrientes que provocan alteraciones en una cavidad, cuando sólo en un área limitada se excavan unos pocos centímetros, como en este caso.
A nuestro juicio, las precisiones sobre cómo se pintaron los puntos son gratuitas, pues su determinación debe producirse como consecuencia de un minucioso estudio realizado por especialistas, cosa que no ha hecho el Dr. Petit, a pesar de que, ante la prensa, se explaye sobre el modo en el que se realizaron. Un estudio de ese tipo requiere mucho tiempo de observación, comparación, experimentación y no se logra mediante una estancia de sólo dos días en la cueva (18 y 19 de febrero), tiempo que permaneció el Dr. Petit en Praileaitz I.
4.- Nos da la impresión que la Drª. Azkarate, y/o sus asesores, ha ido a elegir, al final, al único que faltaba por firmar en la lista del manifiesto promovido por nosotros. Por otra parte, queremos hacerle a la Drª. Azkarate un llamamiento a su sensatez. Si en algún momento precisa un especialista, de verdad, en temas de arte rupestre y su conservación, déjese asesorar por profesionales, le aseguramos que los tiene excelentes entre los firmantes del manifiesto, y no busque desesperadamente informes que puedan dar pábilo a su enrocamiento. Hay momentos en que se pueden tener distintos puntos de vista, por lo que sea, pero un asesoramiento inadecuado, o tal vez interesado, no implica tener razón.
5.- A los promotores y firmantes del manifiesto «Pro Praileaitz I y su ladera» no nos mueve ningún interés ni de protagonismo, ni económico, ni de tipo político. La Historia es tozuda en sus juicios y, de seguir las cosas como están, en un tiempo unos lamentaremos la pérdida de un bien patrimonial de todos los vascos y de la humanidad. Vosotros, los responsables políticos de nuestro patrimonio, ¿qué haréis entonces? En vuestra conciencia está.