Elecciones municipales y cantonales
Las listas se afanan en buscar alianzas para la segunda vuelta
Las listas y candidatos de los municipos que quedaron pendientes de ser elegidos el pasado domingo están lanzados en la búsqueda de alianzas para la segunda vuelta. En algunas localidades como Uztaritze, Baiona, Hendaia y Urruña, los abertzales pueden ser claves para el resultado final. La cuestión quedará dilucidada hoy mismo antes de las 18.00, hora en la que acaba el plazo legal para presentar listas fusionadas o confirmar la presencia en la carrera electoral.
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
La mayoría de las listas de los municipios en los que no resultaron elegidos los consistorios están inmersos en el habitual trasiego de llamadas, consultas, negociaciones y reuniones entre las dos vueltas.
Se espera con interés lo que sucederá en las tres ciudades más populosas de Lapurdi (Baiona, Angelu, Biarritz), pero también en otras como Hendaia, Uztaritze o Urruña, donde, como en la capital labortana, será crucial lo que decidan las listas abertzales. A diferencia de Baiona Berria, que no ha obtenido el 10% necesario para poder concurrir en la segunda vuelta, las otras tres podrían hacerlo. Pueden, asimismo, optar por fusionar o integrar candidatos propios en otras. Por el momento, ninguna de ellas ha hecho pública su decisión, salvo Biharko Hendaia, que -tras haber respondido Kotte Ezenarro, actual alcalde socialista, «que no era posible integrar a nadie de BH por razones técnicas- han decidido mantener su candidatura y presentarse el próximo domingo. Por lo tanto, con la de Jean-Baptiste Sallaberry, los hendayeses tendrán de nuevo opción entre tres candidaturas.
También lo que decida la lista encabezada por Peio Claverie en Biarritz influenciará en la composición municipal de Biarritz, donde el alcalde saliente, Didier Borotra, a pesar de ser el ganador de la primera vuelta, no las tiene todas consigo para repetir cargo, sobre todo tras el 27% de votos que ha obtenido su principal adversario, Benoît Saint Cricq.
La situación podría complicársele también a Grenet si se unen abertzales, socialistas y LCR, aunque es difícil que se dé esta posibilidad. Béatrice Peyroucq de Baiona Berria hizo ayer un llamamiento a las dos fuerzas de izquierda a coaligarse para «destronar a la dinastía Grenet que lleva 50 años al mando de la capital». De todos modos, dependerá mucho de lo que hagan los votantes de Yves Ugalde, con el que el socialista Jérôme Aguerre ha comunicado ya que no se unirá.
Curiosidades
Aunque la gran mayoría de los pueblos pequeños que votan con listas abiertas ya han elegido a la totalidad de sus concejales, en algunos tendrán que volver a votar el domingo para completarlos. En otros, la repetición será general. Es el caso de Lahuntze, donde los 1.700 vecinos inscritos no llegaron a elegir a nadie, por lo que, incluso el mismo domingo, podrá presentarse cualquier candidato. En Aldude faltan por designar 9 de sus 11 ediles porque en la primera vuelta sólo resultaron electos dos, entre ellos el actual alcalde.
Dos alcaldesas emblemáticas que llevaban años al frente de sus ayuntamientos, la de Heleta (Marie Andrée Arbelbide) y la de Urepel (Marie-Antoinette Etchebarne), no han conseguido renovar esta vez su cargo.
Lasserre ha declarado que no retomará el proyecto de autovía. Sin embargo, no parece tan seguro que el recien elegido consejero Barthélemy Agerre haya renunciado a él. El candidato de EH Bai Antton Etxeberri ha manifestado su desconfianza.
El voto abertzale, de la mano de Euskal Herria Bai, subió nada menos que un 41,5% en las elecciones cantonales del domingo pasado. Concretamente, en la última cita electoral en los cantones en liza, en 2001, los componentes de EH Bai (entonces se presentaron candidatos de AB en todos los cantones -aún no existía Batasuna- y EA estuvo presente en tres demarcaciones) sumaron 8.680 sufragios (10,38%), y ahora han logrado 12.300 sufragios (15,67), lo que supone un aumento de más de 3.600 papeletas y de más de cinco puntos sobre el conjunto del voto emitido. El valor de este incremento resulta aún más acentuado si se tiene en cuenta que la participación en estas elecciones ha sido menor que la de hace siete años.
Este número de votos se ha obtenido sobre la mitad de los cantones de Ipar Euskal Herria, pues la otra mitad -menos poblada- se renovó en 2004. No sería pues aventurado decir que, si las elecciones se hubiesen producido en el conjunto de los cantones, los votos de EH Bai habrían rondado los 20.000, algo inimaginable hace muy pocos años.
Esa tendencia de acumulación abertzale tiene su precedente más claro en las elecciones europeas de 2004, cuando Herritarren Zerrenda dio la sorpresa al cosechar 5.000 sufragios pese a una gran abstención y pese a que AB, hasta entonces la referencia electoral más importante del abertzalismo, había optado por apoyar a la candidatura verde de Gérard Onesta, sin lograr que ello arrastrara a quienes le habían votado hasta entonces. Aquella cita demostró que el cuerpo social abertzale quería expresarse de forma clara en el mapa político.
Las elecciones legislativas del año pasado supusieron el siguiente paso cualitativo en la citada acumulación electoral, con la primera aparición de Euskal Herria Bai, donde unieron esfuerzos AB, Batasuna y EA, mientras el PNB se descolgaba de la iniciativa. Los más de 11.000 votos obtenidos ofrecieron un resultado al que las fuerzas que defienden las reivindicaciones vascas no se habían acercado hace mucho tiempo. Con todo, las cantonales de este domingo, más propicias para los abertzales -lo suficientemente cercanas frente a las elecciones de carácter más estatal y lo bastante políticas frente a las municipales, donde prima sobremanera lo local-, han supuesto un gran éxito, que ha sorprendido a la propia coalición. Entre las anécdotas se puede citar que, en la primera valoración, EH Bai se atribuyó un aumento sustancialmente más pequeño del realmente obtenido, como consecuencia de una noche electoral siempre complicada.
Al margen de EH Bai, el PNB obtuvo 1.819 votos (1.480 en 2001).
Iñaki ALTUNA