GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Cuatro años desde los atentados del 11-M

Las víctimas y el PSOE reprochan al PP que insistiera en culpar a ETA

Madrid rememoró ayer la masacre del 11 de marzo. Cuatro años después, tanto las víctimas como el PSOE pusieron el acento en que el PP sigue sin hacer autocrítica por haber tratado de imputar la autoría a ETA. «Era más productivo hacer campaña que buscar a los asesinos», manifestó Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M. «El PP debería pedir disculpas», añadió el dirigente del PSOE Jesús Caldera. Mariano Rajoy participó en los actos, pero no habló.

p010_f01.jpg

GARA | MADRID

Una mañana como ayer de hace cuatro años, a 96 horas de las elecciones estatales, una cadena de explosiones provocó 191 muertos en trenes de cercanías de Madrid. Los atentados del 11 de marzo fueron los más graves ocurridos en Europa Occidental, lo que convirtió en más escandaloso todavía el intento del Gobierno del PP de manipular la autoría de la acción y atribuírsela a ETA.

Esta cuestión sigue coleando cuatro años después, como quedó de manifiesto en el acto de homenaje celebrado ayer junto a la estación de Atocha. Pilar Manjón, que perdió a un hijo en la matanza y preside la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, denunció que en aquel momento «era más productivo hacer campaña que buscar a los asesinos».

Manjón, que durante estos años ha recibido diversas descalificaciones y amenazas de la derecha española por censurar la actuación del PP, defendió que los familiares de las víctimas «no son miserables por seguir recordando a sus muertos o por no admitir que fue ETA».

El aniversario de ayer era el primero desde que la Audiencia Nacional juzgó los hechos y dictó las condenas, dejando claro que la acción había sido obra de una célula islamista, sin participación ni conexión alguna con otras organizaciones como ETA. Manjón puso de relieve ayer que «la fotografía de las Azores nos trajo el atentado», en relación a la cumbre en la que el entonces presidente español, José María Aznar, dio impulso a la guerra de Irak junto a sus homólogos estadounidense y británico, George Bush y Tony Blair.

El PSOE siempre ha evitado pasar factura al PP por lo que José Luis Rodríguez Zapatero definió como «engaño masivo», pero tampoco olvida la gestión que el Ejecutivo de Aznar hizo de aquellos atentados, tanto en los cuatro días que precedieron a las elecciones como en los años posteriores hasta que se conoció la sentencia. Todavía hoy existen en sus círculos mediáticos próximos quienes ponen en duda la investigación.

Caldera: «Intolerable»

A modo de ejemplo, el ministro de Trabajo en funciones y coordinador del programa electoral del PSOE, Jesús Caldera, sostuvo ayer mismo que el PP «debería pedir disculpas», especialmente por haber sostenido durante cuatro años que Zapatero ganó aquellos comicios del 14 de marzo por los atentados.

«Un mínimo respeto a los derechos del conjunto de los ciudadanos y a lo que ellos deciden debería llevar al PP, que es el que planteó esta tesis junto con sus aliados mediáticos, a pedir disculpas», añadió Caldera en una entrevista a Radio Nacional de España.

Tras calificar de «intolerable» la actitud del PP frente al PSOE en este tema, Caldera apostó por que «no se vuelva a utilizar nunca este argumentario, porque los españoles han hablado con rotundidad». Y subrayó que el debate que algunos intentaron abrir sobre la autoría de la masacre del 11-M está ya cerrado, «por supuesto».

El ministro de Trabajo quiso recordar que en los recientes debates televisivos entre Rajoy y Zapatero, en la pasada campaña electoral, el líder del PP volvió a poner sobre la mesa esta cuestión. De hecho, en el segundo de ellos llegó a afirmar que el PSOE también estuvo en su día a favor de la guerra de Irak. «Eso que usted dice es una exclusiva mundial», le respondió Zapatero de modo sarcástico. Posteriormente, Rajoy admitió que había errado al volver a plantear un tema que pasó factura electoral en 2004, y quizás también en 2008.

Rajoy intenta cerrar página

En los últimos días de campaña, ha resultado evidente el intento de Mariano Rajoy de cerrar definitivamente la cuestión. A modo de ejemplo, en la entrevista publicada por ``El País'' el pasado jueves el todavía candidato del PP exponía con más rotundidad que nunca hasta ahora que «no albergo ninguna duda sobre la sentencia».

«En el primer momento, como todo el mundo, creí que había sido ETA. El sábado y el domingo empecé a tener dudas, y luego ya, a la vista de los acontecimientos, cambié de opinión. El sábado y el domingo empecé a tener mis dudas. Yo sólo dije que creía que había sido ETA, porque, claro, yo no estaba en el Gobierno. Tenía la convicción. Lo dije el viernes. Y ya hoy, lo que digan los tribunales. Es evidente que es lo que es».

En el primer cara a cara televisivo con Zapatero, Rajoy alegó que basó su «convicción moral» inicial en la intervención realizada por Juan José Ibarretxe a las 9.30 de aquel 11 de marzo, cuando el lehendakari culpó a ETA sin género de duda y tildó a sus militantes de «alimañas».

En la citada entrevista, Rajoy elude precisar cuál fue el momento exacto en que asumió que la organización armada vasca no tenía ninguna implicación en las explosiones. «Hace muchísimo tiempo», explica de modo ambiguo a preguntas del director de ``El País''. Pero se da la circunstancia de que en todos estos años Rajoy no sólo ha acusado al PSOE de llegar a La Mon- cloa gracias al 11-M, sino que ha llegado a pedir que se diera carpetazo al sumario judicial argumentando que algunas pruebas eran falsas, como había sugerido el diario ``El Mundo''.

Homenaje sin discursos

Rajoy fue uno de los numerosos dirigentes del PP que acudieron ayer al homenaje institucional celebrado ante la estación de Atocha, donde se recordó a los fallecidos en un ambiente de solemnidad y de dolor durante apenas diez minutos. No hubo discursos, únicamente silencio y música.

La representación de autoridades estaba encabezada por los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía; el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero; los presidentes del Congreso y Senado, Manuel Marín y Javier Rojo; la del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; el del Supremo, Francisco José Hernando; y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, organizador del acto.

En segunda fila estaban Mariano Rajoy; Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno; tres ministros; y los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez y José María Fidalgo.

CARRASCO

Pilar Manjón tuvo un recuerdo especial para el ex concejal del PSOE Isaías Carrasco, muerto en atentado de ETA el pasado viernes en Arrasate. «También él era un trabajador», destacó la portavoz de la Asociación 11-M.

Monumento

El homenaje en este cuarto aniversario se realizó ante el monumento a las víctimas, un gran cilindro de vidrio ubicado junto a la estación de Atocha. Apenas un centenar de familiares participó.

Rubalcaba: «El gran problema es el terrorismo islamista»

En concidencia con este cuarto aniversario, el ministro de Interior español en funciones, Alfredo Pérez Rubalcaba, modificó su discurso habitual y quiso hacer llegar a la opinión pública española un mensaje claro: «No se puede estar permanentemente hablando de ETA. El gran problema es el terrorismo islamista».

Rubalcaba hizo esta afirmación en una entrevista concedida a Televisión Española, en la que indicó que esta cuestión es prioritaria en las agendas de Interior del Estado español, pero también del francés o de Italia.

Detalló, sin embargo, que el español es el que más peligro corre dado que «estamos muy cerca del Norte de Africa, donde hay una convulsión en el mundo de las organizaciones terroristas con la creación de Al Qaeda en el Magreb». Todo ello supone, reiteró, que «el gran problema de la legislatura desde el punto de vista de Interior es el terrorismo islamista, sin ninguna duda, aunque ETA sea un gran problema que haga sufrir a muchos ciudadanos».

De hecho, en estos cuatro últimos años el Gobierno español ha aumentado mucho el número de policías dedicados de modo específico a combatir las células islamistas. Rubalcaba subrayó ayer que «hoy estamos más preparados que nunca», pero que eso no ofrece garantías absolutas de seguridad.

El titular de Interior admitió un cierto grado de impotencia al abordar esta cuestión: «Hemos hecho lo que hemos podido, hemos juzgado a quienes estaban detrás del atentado, hemos echado una mano a las familias... Pero hay cosas que no tienen arreglo, como es la pérdida de gente de manera irracional», subrayó Pérez Rubalcaba.

En paralelo, argumentó que «la capacidad mortífera» y la «letalidad» de las células yihadistas son «tremendas». Y resaltó también la «dificultad» que entraña combatirlas, porque «tienen pautas culturales y organizativas distintas» y hay muchos aspectos que las FSE todavía desconocen.

Al margen de todo ello, en la misma entrevista Rubalcaba puso sobre la mesa que no tiene clara su continuidad en la política. Argumentó que lleva muchos años en estas lides y afirmó que se ha tomado unos días para adoptar una decisión. En cualquier caso, situó esta reflexión como algo habitual para cualquier político después de un proceso electoral como el que acaba de concluir. Rubalcaba ha sido el ministro de Interior del Gobierno Zapatero en los últimos años de la legislatura, donde sucedió a José Antonio Alonso. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo