CRíTICA cine
«Enfrentados»
Mikel INSAUSTI
Siempre es buena noticia el estreno de un western, por ser un género que escasea. Hay pocos durante el año, condicionamiento que exige a los realizadores un amor por este tipo de películas que se sale de la rutina comercial. El debut del televisivo David Von Ancken en un campo tan poco abonado ha despertado la lógica simpatía por parte de los cinéfilos, que le perdonan sus posibles fallos, al fin y al cabo propios de un novato. «Enfrentados» no está a la altura de los clásicos, pero tiene buenas hechuras y transmite una serenidad que cada vez se echa más de menos en la butaca de los cines. Opta por un mensaje pacifista expresado de una manera básica, sin mayores complicaciones, a base de mostrar que el camino de la venganza no conduce a ninguna parte, algo que queda muy claro en el desenlace.
Todo western actual no puede evitar la multireferencialidad, al punto de que cada escena de «Enfrentados» puede ser comparada con otra aparecida en uno o varios títulos precedentes. Sin embargo, el gran acierto de esta ópera prima de David Von Ancken radica en basar el desarrollo argumental en un poderoso referente literario, como es «El duelo» de Joseph Conrad. Cierto es que Ridley Scott adaptó la novela respetando su contexto histórico en «Los duelistas», pero de manera más o menos inconfesa se ha aplicado a muchas otras épocas y realidades diferentes por parte de cantidad de cineastas. El esquema conradiano le sienta bien a la película, porque hasta bien avanzado el metraje el espectador no sabe los motivos que enfrentan a los dos protagonistas. Es como si ese desafío constante formara parte de sus existencias y se hubiera convertido en el fin de las mismas, sin otra razón para seguir adelante.
La primera media hora de «Enfrentados» sí puede ser considerada antológica, tanto, que resulta suficiente para que el haber pagado la entrada por verla merezca la pena, aunque el resto no responda a esas expectativas iniciales. Es una persecución fiel a la narrativa del survival, que refleja la caza del hombre por el hombre. En clave de western remite a la moda que en los años 70 impusieron muestras memorables como «Un hombre llamado caballo», «El hombre de una tierra salvaje» o «Las aventuras de Jeremiah Johnson». Pierce Brosnan hace un trabajo físico magnífico, ya que se mueve en una situación extrema en medio de una naturaleza hostil. El paisaje de las altas montañas nevadas cobra protagonismo, dejando a los personajes en actitudes brutalmente silenciosas, en las que los gritos de dolor o las exclamaciones de rabia sustituyen a las palabras. Su antagonista Liam Neeson muestra un comportamiento más seguro, el que corresponde a un perseguidor implacable dispuesto a tomarse todo el tiempo necesario para atrapar a su presa, convencido de la misión justiciera que se ha autoimpuesto.
Hay una serie de flash-back que va punteando la acción posterior, a fin de dar a conocer al espectador el hecho que originó la disputa personal en las postrimerías de la Guerra de Secesión.
El método empleado es tan simplista como eficaz, aún a riesgo de su convencionalidad, la cual el debutante David Von Ancken trata de paliar con derivaciones surrealistas en el tramo final de la travesía del desierto, casi sacadas de «El topo» de Jodorowsky. Son alucinaciones materializadas en una Anjelica Huston que hace vendedora ambulante de un elixir milagroso, o en un Wes Studi que ejerce de indio filósofo y vigilante del único pozo de agua. Visiones que preceden a la tregua definitiva.
Título original: `Seraphim Falls'. Dirección: David Von Ancken. Guión: David Von Ancken y Abby Everett Jaques. Intérpretes: Pierce Brosnan, Liam Neeson, Anjelica Huston, Wes Studi, Ed Lauter, Michael Wincott. País: EEUU, 2006. Género: Western. Duración: 115 m.