Raimundo Fitero
Despertar
Las cuentas y los cuentos. Los cuentos con final feliz, los que terminan en suspense y los que terminan con un punto y aparte. Todos los cuentos, cuentan. Las cuentas están hechas, los cuentos no se pueden sustentar en esas cuentas, así que una vez se conjuguen todos los verbos comodines, llegará el tiempo de los sujetos y los predicados. Es decir los intransitivos quedan aparcados, o solamente se sustentan en el ilusorio sentido del patrimonialismo más chato y decididamente obsoleto.
El lunes a la noche se vivió una metáfora programática, en Tele 5 el capítulo de «CSI Las Vegas» era de esos que son la continuidad de uno anterior, y empezó con aquello de «en el capítulo anterior....» Pues inmediatamente nos entró flojera y nos fuimos a otro canal a ver otra opción, otra serie de policías, «Life», que tiene otro tiempo, otro reparto, más luminosidad y tramas en espiral. El continuará es un asunto de mal encaje en estos tiempos de consumo rápido, y en eso los culebrones son piezas ejemplares ya que en cada entrega, diariamente, te saben hacer un resumen exprés donde condensan todas las tensiones, todas las tramas y las subtramas de una manera tan eficaz que nunca necesitan el continuará final, porque ya se sabe que continuará. Como continúa «Goenkale», un fenómeno social que televisivamente es una especie en decadencia, algo proveniente de otros tiempos, de otras épocas audiovisuales. El cuento sería, «Despertó, zapeó y todavía estaba Goenkale».
Las cuentas electorales sirven para parar la primera embestida de la realidad, pero al día siguiente los números se vuelven acusaciones, y por mucho que se intenten disfrazar los resultados, lo concreto es que dos y dos son cuatro, y que perder votos es perder votos y perder elecciones es perder elecciones. Los tiempos no sé si están cambiando, pero algo debe cambiar para que la prepotencia se vaya diluyendo en una postura más dialogante y a favor de todos. Dijéramos que sería conveniente que todos los miembros de los partidos despertarán de una vez por todas y si es posible que lo hicieran en el siglo XXI. Y no es cuestión de poner a nada, continuará...