Dos nuevos atentados de kamikazes provocan al menos 26 muertos en Lahore
GARA |
Pakistán sufrió ayer dos nuevos atentados kamikazes que provocaron al menos 26 muertos en Lahore, la principal ciudad del este país, mientras que el presidente, Pervez Musharraf, anunció que convocará la nueva Asamblea Nacional para el 17 de marzo.
Los dos explosiones se registraron casi simultáneamente hacia las 9.25 (5.25, hora de Euskal Herria), en dos barrios diferentes de Lahore, justamente una semana después del último atentado kamikaze, que también golpeó esta ciudad, la segunda más importante de Pakistán.
El primer atentado afectó a las oficinas de la Agencia Federal de Investigación (FIA), encargada principalmente de las cuestiones de inmigración, pero el edificio alberga también los locales de una unidad especial dedicada a «las investigaciones antiterroristas», que podría ser el objetivo principal del ataque, según las fuerzas de seguridad.
«Nunca he visto un atentado suicida tan sanguinario. Habíamos recibido informaciones de que la Agencia podía ser un objetivo, pero no esperábamos que sucediera en Lahore», declaró a la prensa el director de la FIA, Tariq Pervaz.
Pervaz añadió que se emplearon unos 50 kilos de explosivos y que la cifra de muertos es de 22, de los que doce son empleados de la FIA.
«Había sangre por todas partes. He visto miembros humanos desperdigados por todo el edificio», relató Wali Mohammad Khan, un abogado que se encontraba en el segundo piso del inmueble que fue objeto del atentado en el momento de la deflagración.
La segunda explosión, que también fue provocada por un coche conducido por un kamikaze, golpeó los locales de una agencia de publicidad en un barrio adinerado de la ciudad, a varios kilómetros de distancia del primer atentado, provocando cuatro muertos, dos de ellos niños, según Pervaz.
La razón por la que fue atacado este edificio es una incógnita, aunque se encuentra cerca del domicilio en Lahore de Asif Alí Zardari, viudo de la antigua primera ministra Benazir Bhutto, que murió en otro atentado en diciembre de 2007.
Poco antes de que se registraran los dos atentados, el equipo australiano de cricket anuló una gira que iba a llevar a cabo por Pakistán debido a la falta de seguridad.
Desde hace varios meses, Pakistán asiste a una ola de atentados sin precedentes atribuida a militantes islamistas próximos a al-Qaeda o a los talibán. Desde comienzos de 2007, hace catorce meses, han muerto 1.065 personas, la mayor parte de ellas civiles, en 118 atentados, llevados a cabo generalmente por kamikazes, según un balance de France Presse.
El presidente Pervez Musharraf condenó los dos atentados y mostró su disposición a «combatir el terrorismo», Junto a ello, anunció que el 17 de marzo convocará a la Asamblea Nacional surgida de las elecciones del 18 de febrero, en las que venció la oposición, que ha alcanzado un acuerdo para gobernar.