Los miembros del grupo Burdina Taldea, que se dedica a recuperar, sobre todo a través de auzolandegis, elementos del patrimonio histórico y cultural en diversas localidades de la cuenca del Oria y, muy particularmente, en el valle del Leitzaran -caleras, depósitos de agua del desaparecido Tren Txiki, hornos y otras instalaciones mineras-, han realizado recientemente en el caserío Bekastei de Andoain su primera asamblea general. Y la han realizado en un ambiente de celebración -de hecho, no han faltado ni la música, ni los bertsos, ni la sidra-, ya que, cinco años después de la constitución de la asociación, su actividad no sólo se ha consolidado sino que, a la luz del balance de 2007, parece tener una aceptación creciente. Un síntoma de ello es que el programa de auzolandegis aprobado para 2008 es incluso más ambicioso que el del año pasado.

El «plato fuerte» de la jornada fue, sin embargo, la presentación de «Metodología para la transformación de los cotos mineros del valle del Leitzaran en parques temáticos». Se trata de un documento que persigue un punto de inflexión en el compromiso con la preservación del patrimonio, sobre todo por parte de las instituciones, ya que, a pesar del buen ambiente en que Burdina Taldea celebró su asamblea, los miembros de la asociación son conscientes de que los testimonios de la actividad minera en el valle se encuentran en un momento crítico y, de no actuar con rapidez y determinación, podría desaparecer en muy poco tiempo. «Hay que hacer algo y hay que hacerlo ya; de lo contrario, en un plazo de entre diez y veinte años, apenas quedará nada», afirma Jaione Iriondo, arqueóloga y miembro de Burdina Taldea. «Nosotros -añade su compañero Xabier Arruti- podemos organizar auzolandegis para limpiar de zarzas y sacar a la vista y llamar la atención sobre tal o cual elemento patrimonial, podemos hacer una labor de sensibilización y señalar el camino a seguir, pero recorrerlo es algo que compete a las instituciones». Precisamente la «Metodología» presentada quiere ser un instrumento que incite a comprometerse a los distintos ayuntamientos implicados -Andoain, Villabona, Elduain, Leitza...-, así como a la Diputación de Gipuzkoa y al Gobierno de Nafarroa.

«La importancia de la actividad minera desarrollada en el valle del Leitzaran es innegable -indica otro miembro de Burdina Taldea, José Ramón Berrondo-, basta con enumerar los cotos de Bizkotx, Lorditz, Txotan, Plazaola, Tolare u Ormaki. La explotación de estos cotos generó un importante patrimonio constituido por galerías, pozos, lavaderos, maquinaria diversa, almacenes, polvorines, escombreras, etcétera. Todo eso se está perdiendo y lo que queremos es mantenerlo, recuperarlo, en la medida de lo posible, y darlo a conocer. Para ello proponemos convertir los cotos en parques temáticos mineros».

Consciente de que el concepto de «parque temático» suele asociarse con mucha frecuencia a complejos como Port Aventura o Eurodisney, Berrondo aclara, «para que nadie se asuste», que «el parque temático minero es una figura administrativa que, por un lado, permitiría frenar la degradación del patrimonio geológico y minero, y del medio natural a él asociado, y, por otro, cumpliría una labor didáctica, mostrando a la sociedad los procesos, métodos y técnicas de la actividad extractiva».

Por ejemplo, se podrían establecer rutas, hacer visitables algunas galerías o acondicionar viejos edificios como museos o centros de interpretación. Con respecto al material expositivo, no debería haber grandes problemas, pues, durante estos años, además de quitar zarzas, los miembros de Burdina Taldea han ido reuniendo desde farolillos y silbatos del Tren Txiki -íntimamente ligado a la actividad minera- hasta lámparas, picos, palas y carretillas, además de planos, fotografías y todo tipo de información.

«No estamos diciendo nada del otro mundo -indica Berrondo-; este tipo de iniciativas se están desarrollando ya en otros lugares, como Zerain u Oiartzun, por citar sólo los más cercanos. Llevar a cabo ese tipo de intervenciones es algo que compete a las instituciones, y, a través de la `Metodología', pretendemos señalarles el camino».

Los próximos «auzolandegis»

Mientras ese compromiso institucional llega, Burdina Taldea ha programado numerosos auzolandegis para los próximos meses. Según explicó Iban Ubez, los trabajos de 2008, como los de 2007, estarán en buena medida centrados en la recuperación de caleras. «Por una parte -dijo- tenemos previsto realizar tareas de mantenimiento y mejora en elementos sobre los que ya hemos trabajado en los últimos años, concretamente, en las caleras de Ortzaika, Erramuta, Bordatxuri y el depósito de agua del Tren Txiki de la zona de las Mil Escaleras; por otra, intervendremos por primera vez en las caleras de Lazkano Txiki, Pagarte, Elordi y las dos de Erdoizta, así como en otro depósito de agua del Tren Txiki situado en Olloki».

Los miembros de Burdina Taldea destacan que la participación en los auzolandegis es voluntaria. «Las subvenciones municipales, cuando las hay, se destinan exclusivamente a pagar la gasolina, los guantes de trabajo, el hamaiketako y poco más», dicen. El año pasado, por ejemplo, el coste del auzolandegi de mantenimiento de caleras como la de Ortzaika o Bordatxuri fue de 300 euros. El de la de Erramuta -quizá la intervención más ambiciosa de 2007-, de 2.000 euros.