El PNV ofrece «renovar el Estatuto» y negociar «ajustes constitucionales»
El PNV utilizará el Aberri Eguna de hoy para concretar su oferta de acuerdo al PSOE, a la que ha dado el nombre de Euskadi 2020. En una declaración previa al acto de Bilbo, ha avanzado ya sus criterios básicos: plantea una mera «renovación» del Estatuto de Gernika «desde la perspectiva del derecho de la ciudadanía vasca a decidir libremente su futuro» y en el marco del cual se negocien «ajustes constitucionales». El PSOE contraofertará «más autogobierno».
Ramón SOLA |
En el Aberri Eguna que celebrará en Bilbo, el PNV pondrá hoy sobre la mesa su oferta de pacto al PSOE, para la que ha recuperado la denominación Euskadi 2020 patentada ya antes de las elecciones. El propio título ya avanza que los jeltzales no aspiran con ella pasar definitivamente la página del conflicto político, sino únicamente a pactar una reforma estatutaria que tenga «alcance generacional» y se circunscriba a los tres herrialdes.
Esta es una de las menciones que se incluye en los seis folios de la declaración del PNV ante este Aberri Eguna, donde se anticipan los criterios básicos de la oferta jeltzale. En un lenguaje calculadamente ambiguo, el partido que lidera Iñigo Urkullu ofrece al dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero «retomar y renovar el pacto estatutario desde la perspectiva del derecho de la ciudadanía vasca a decidir libremente su futuro».
Tal definición no aclara si el PNV exigirá al PSOE el reconocimiento del derecho a decidir de la ciudadanía vasca. En otro párrafo del documento, esta cuestión se vincula al autogobierno, al reclamarse «el reconocimiento del derecho a decidir para poder abordar también con solidez y garantías la gestión de las políticas públicas en distintas materias que afectan directamente al bienestar de los ciudadanos».
En el marco de este acuerdo, la formación jeltzale plantea la «obligación recíproca de las partes» de negociar lo que denomina «ajustes constitucionales». Y recalca el concepto de que si Madrid admitiera el derecho a decidir, el PNV le garantizaría a cambio «la voluntad de pacto con el Estado».
El PNV sitúa el eventual consenso al mismo nivel que el Estatuto de Gernika, al que elogia como «verdadero pacto político» y «gran acuerdo». Tras lamentar que «se incumplió», asume que su pleno desarrollo tampoco hubiera solucionado el conflicto, sino que sólo hubiera «permitido avanzar más en la resolución del contencioso».
El PSOE ofrece autogobierno
El adelanto de esta propuesta fue recibido con más frialdad que otra cosa por el portavoz de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares. Como corresponde a esta etapa previa de la negociación, el PSOE se mantuvo fijo en sus posiciones. Ares aseguró que el denominado Euskadi 2020 está planteado desde «tesis autodeterministas» que «alejan» la posibilidad de acuerdo.
Frente a ello, el portavoz del PSE propuso al PNV un acuerdo «para desarrollar el autogobierno», sin incidencia alguna en el derecho a decidir, y recalcó que su partido ya ha dicho «con toda claridad» que está dispuesto a buscarlo en esos términos.
Tras los últimos resultados electorales, advirtió además al PNV de que si no se aviene a ello puede seguir perdiendo posiciones: «Si quieren, que sigan ocupándose de esos planteamientos, y nosotros nos ocuparemos más de los problemas de la gente y de generar bienestar», le retó Rodolfo Ares.
La propuesta jeltzale no aspirar a solucionar definitivamente el conflicto, sino que habla de lograr «un acuerdo político de fondo de alcance generacional». El Estatuto de Gernika tiene una generación: se aprobó hace 29 años.
Desde el PNV se siguen lanzando mensajes tibios sobre la consulta prometida por Ibarretxe. El último es el de Andoni Ortuzar, presidente del BBB, que dijo en Radio Euskadi que «poner hoy en día todos los huevos en esa cesta es intentar enmascarar la realidad de que tenemos 100 días por delante para llegar a un acuerdo». «El Credo hay que empezarlo por el principio», manifestó.
Lokarri, por contra, incide en que no cabe que la sociedad se ilusione con la consulta si no se es claro en su defensa. Paul Ríos, coordinador, abogó ayer por hacerla aun sin acuerdo previo.