En torno a la medianoche del viernes, efectivos de la Guardia Civil cortaron los accesos de la calle Donamaria de Berriozar mediante unos doce Patrols y entraron en el bar Goaz. Según lo relatado a GARA por testigos, la entrada de los numerosos guardias civiles al bar, acompañados también de un perro, se produjo de forma violenta y sin dar explicación alguna al dueño ni a los clientes que a esas horas se encontraban en el local. A pesar de que mientras estuvieron en el bar cachearon e identificaron a toda la clientela, revisaron toda la documentación del bar y registraron incluso el piso superior, que al parecer es privado, los guardias civiles dijeron que se trataba de un «control rutinario».