Denuncian el «silencio» ante la muerte de mexicanos en el ataque a las FARC
Familiares de los cuatro estudiantes mexicanos muertos en el bombardeo contra un campamento de las FARC en Ecuador han exigido al presidente Felipe Calderón un pronunciamiento público ante «este crimen de Estado» y se encarcele a «todos los responsables».
GARA |
Familiares de Fernando Franco, Verónica Natalia Velázquez, Soren Ulises Angeles Avilés y Juan González del Castillo, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) muertos en el ataque aéreo y terrestre contra un campamento de las FARC en Ecuador, exigieron al presidente mexicano Felipe Calderón un pronunciamiento público ante «este crimen de Estado» del Gobierno de Uribe.
«Es un llamado no de los padres de las familias que perdieron a sus hijos, es un llamado de los estudiantes al Gobierno de México para que se manifieste a favor o en contra, pero que lo haga públicamente acerca de este crimen que cometió el Gobierno de Colombia», subrayó Marcelo Franco, padre de Fernando. En una comparecencia realizada el jueves tras llegar a México con las cenizas de sus familiares, Franco reclamó a las autoridades mexicanas «una condena enérgica» y criticó la actitud pasiva de Calderón que, a su juicio, muestra «su maldito servilismo a Estados Unidos».
Dirigiéndose al presidente colombiano Álvaro Uribe, resaltó que nunca le perdonarán la muerte de «estudiantes inocentes»: «Yo quisiera ver si alguien, al ver cómo quedaron nuestros hijos, tuviera coraje para decir que este crimen puede quedar impune. Uribe te la vas a tener que ver con todo el pueblo de México, porque lo que hiciste fue un crimen de Estado; mataste a inocentes estudiantes y esto no te lo vamos a perdonar».
Rechazó la criminalización de estos cuatro jóvenes que «estaban ahí para hacer una investigación». Para esta semana han convocado movilizaciones frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y en las facultades de Filosofía y Ciencias Políticas, donde habrá homenajes. Precisamente, la Liga Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos mostraron su preocupación por esta campaña de «desprestigio con la que se pretende criminalizar a los estudiantes, se atenta contra la libertad de cátedra, pensamiento y expresión, y se busca afectar a la UNAM y a la educación pública en general».
También, criticaron a la Cancillería por no cumplir «su función de proteger a todo mexicano en cualquier parte».
Expertos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) concluyeron que Colombia utilizó avanzada tecnología estadounidense para bombardear el campamento de las FARC. Según informó Telesur, el informe de los peritos reveló que se utilizaron diez bombas GBU 12 de 500 libras que dejaron cráteres de 2,40 metros de diámetro por 1,80 metros de profundidad. Este tipo de bombas fuero muy utilizadas por Estados Unidos durante la «Operación Tormenta del Desierto» en Irak en 1991.
No obstante, el Ministerio de Defensa colombiano indicó que en el operativo se emplearon aviones Súper Tucano. Según la OTAN, dichas aeronaves no se incluyen entre las que pueden llevar bombas GBU 12.
La FAE señaló que hallaron cápsulas de proyectiles «disparados por ametralladoras emplazadas en helicópteros, que brindaron la seguridad del personal que realizó la infiltración». Descartó, además, la utilización de aviones Kfir, que forman parte de la Fuerza Aérea colombiana.
La Inteligencia Naval de Ecuador reveló que un avión HC-130, eficiente como arma de combate y de transporte de personal, despegó de la base estadounidense de Manta a las 19.00 del 29 de febrero y regresó a las 16.30 del día siguiente.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó que el conflicto con Colombia podría agravarse si finalmente se comprueba que un ciudadano de este país murió en el bombardeo al campamento de las FARC. Bogotá dijo que era un guerrillero más.