Poco estilo de un Chaparro que mejor haría en callar
Beñat ZARRABEITIA
En la jornada de ayer, Paco Chaparro colmó una semana plena en desatinos dentro del Betis. El técnico verdiblanco arremetió contra el Athletic y dejó entrever que la lesión de Armando no revestía tanta gravedad ya que «tras conocer la sanción ya está para jugar». Bien, pues va a ser que no, que el de Sopela no podrá defender el marco rojiblanco y seguirá un intenso control médico. Ese fue uno de los disparates sin estilo de Chaparro, el otro retrotraerse a 1930 y 1932 para hablar de ejemplos donde los rojiblancos estarían implicados en la suspensión de encuentros ligueros.
Vista la más que moderada sanción que les ha caído, aun siendo reincidentes, mejor habría hecho el técnico bético en callarse. Puestos a hacer una retrospectiva cercana, los demás podríamos acordarnos no sólo de Armando, sino del botellazo a Juande o el partido en el que se dejaron ganar para que el Sevilla bajase a Segunda en 1997.