China acusa al Dalai Lama de instigar las protestas para «socavar» los Juegos
China acusó ayer al Dalai Lama de engañar a la comunidad internacional con su oferta de diálogo y de instigar las protestas para «socavar» los Juegos Olímpicos. Reiteró su intención de «aplastar los actos de conspiración y sabotaje de las fuerzas independentistas tibetanas».
GARA |
En su editorial de ayer, el «Diario del Pueblo», portavoz del Partido Comunista de China, acusó al líder espiritual tibetano de mentir a la comunidad internacional y de instigar las movilizaciones que comenzaron el pasado día 10 en Lhasa con motivo del 49 aniversario del fallido levantamiento contra la invasión de China. Este medio instó a «aplastar decididamente los actos de conspiración y sabotaje de las fuerzas independentistas tibetanas».
«Debemos averiguar las intenciones malvadas de las fuerzas secesionistas, defender la bandera, mantener la estabilidad social, salvaguardar el sistema legal socialista y proteger los intereses fundamentales del pueblo», añadió en el editorial.
Incidió en que «las evidencias muestran que los incidentes violentos fueron creados por las fuerzas independentistas tibetanas y planeados por la camarilla del Dalai Lama con el malintencionado propósito de socavar los Juegos Olímpicos y separar Tíbet de la madre patria».
Por su parte, la agencia oficial Xinhua subrayó que el Dalai Lama «no sólo engaña a las buenas personas que no son conscientes de la verdad, sino a los así llamados activistas de los derechos humanos de Occidente». También arremetió contra «algunos medios occidentales que se inclinan por unos pocos `grupos de activistas', como si finalmente hubieran logrado la tan necesitada prueba de la `represión' del Gobierno chino y la `tiranía' sobre el pueblo tibetano».
Amenaza de Pöttering
En medio de esta crisis y con la celebración de los Juegos Olímpicos como telón de fondo, Japón apeló a China y a los dirigentes tibetanos a dialogar «sin condiciones». Para el presidente polaco, Lech Kaczynski, «la apertura de un diálogo tendría una dimensión simbólica, sobre todo, teniendo en cuenta la cercanía de los Juegos Olímpicos».
El presidente del Parlamento europeo, Hans Gert Pöttering, amenazó con boicotear esta cita deportiva. «No podemos descartar un boicot. Queremos que se celebren con éxito, pero no si el precio para ello es el genocidio cultural de los tibetanos del que habla el Dalai Lama», dijo al dominical «Bild am Sonntag».
«Pekín debe decidirse y negociar de inmediato con el Dalai Lama. Si no hay señales de acercamiento, consideraré legítimo las medidas de boicot», añadió.
Anunció que el miércoles se abordará la situación en Tíbet en la Cámara europea y que aconsejará a «los países de la UE que se pronuncien con una sola voz por la defensa de los derechos humanos». No obstante, recordó que China es «un importante socio para Europa en cuestiones como defensa medioambiental» y destacó la importancia de la cooperación en «interés mutuo».
El Ejecutivo chino sólo ha reconocido el fallecimiento de 19 personas. Este balance contrasta con el del Gobierno tibetano en el exilio que eleva a 99 el número de fallecidos; 80 en Lhasa y 19, tiroteados en la provincia de Gansú.
El presidente electo de Taiwán, Ma Ying-jeou, del partido Kuomintang, afirmó ayer que buscará «la normalización económica con China, la firma de un tratado de paz y la negociación de mayor espacio internacional para la isla». En la rueda de prensa realizada tras conocerse su victoria en las elecciones presidenciales, incidió en que una de sus prioridades es mejorar los lazos con China.
«Comenzaremos por la normalización económica y la firma de un acuerdo global de cooperación económica, para luego pasar a la firma de un acuerdo de paz y negociaciones políticas», insistió.
También pidió a China que retire los misiles que apuntan a la isla antes de negociar y prometió que durante su mandato no declarará la independencia.
Ma logró el 58% de los votos, frente al 42% de Frank Hsieh, del Partido Democrático Progresista. De 57 años y nacido en Hong Kong, se mudó con su familia a Taiwán con tan sólo un año. Estudió en la Universidad de Nueva York y en la Facultad de Derecho de Harvard. Antes de regresar a la isla trabajó en Wall Street. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue uno de los primeros mandatarios en felicitarle por su victoria.
Tokio, Ginebra y Londres fueron escenario ayer de protestas contra China. En la capital británica, cientos de personas se detuvieron ante la embajada de este país con banderas tibetanas y al grito de «Larga vida al Dalai Lama».
