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Julián Sanz aspira a convertirse en el segundo hombre que acaba Le Tour Ultime y la Race Cross America

Julián Sanz, actual campeón del mundo de ultrafondo, se prepara para estrenarse en la Race Across America, once días viviendo sobre una bicicleta mientras cruza Estados Unidos. El vizcaino defiende que no es cuestión de fortaleza física porque todo está en la cabeza.

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Miren SÁENZ

El esloveno Jure Robic, de 44 años, es de momento el único ciclista del planeta que ha completado Le Tour Ultime y la Race Across America. El vasco Julián Sanz, de 34, es el último vencedor de la prueba gala y aspira a convertirse en el segundo en concluir ambas pruebas.

El ciclista de Ugao, actual campeón del mundo de ultrafondo, se embarcará en la prueba yanki el próximo 8 de junio para cruzar Estados Unidos desde San Diego (California) hasta Annapolis (Maryland).

En su recorrido atravesará 14 estados, en cuatro franjas horarias diferentes. Serán 5.000 kilómetros en once días, algunos por el desierto para una 27ª edición con distintas categorías y la presencia entre participantes y acompañantes de 4.000 personas. Inscrito en la categoría «solo», en la que no puede ir a rueda de nadie, habrá otros 32 participantes en la misma modalidad. La inscripción cuesta 2.800 euros y al ganador le espera un cheque de 30.000.

«Es la prueba ciclista más importante en Estados Unidos y su audiencia allí es similar a la del Tour -el de los profesionales- en Europa. Una cadena de televisión emite 24 horas al día como si fuera un reality y los pueblos se vuelcan a su paso. Tiene mucha repercusión», explica Sanz.

El control es similar a otras disciplinas, antidoping y jueces vigilando el cumplimiento de las normas como no aprovecharse de la furgoneta. Aunque no sólo ellos pueden descalificar por hacer trampas, cualquier guardia puede amonestar por una infracción de tráfico, aunque no sea el caso de Sanz, quien nunca ha sido penalizado.

Sus retos individuales requieren de una infraestructura imprescindible. El vizcaino lleva un equipo de nueve personas, reclutado a través de anuncios en revistas. No se conocían y tras el Tour Ultime parecían una familia. Repartidos entre una furgoneta y una autocarabana por exigencias de la organización -durante el recorrido el ciclista debe llevar un vehículo detrás- viajan con él un fisioterapeuta, un médico, los encargados de conducir, cocinar, hacer los recados o manejar el GPS. Robic, la figura de esta modalidad extrema, es profesional y se mueve en otra galaxia. Un autobús y 17 personas forman parte de un séquito que impresiona, la envidia del resto del pelotón. Pero la diferencia de medios no constituye ningún problema para Sanz, que explica sus motivaciones en plan experimento: «Hay tanto que descubrir respecto a la cabeza, que puedas controlar tu voluntad, el dolor. No hay límites físicos», admite como explicación.

Querer es poder. Que se lo digan al ugaotarra, capaz de pedalear durante El Tour Ultime 4.078 kilómetros también en 11 días, prácticamente sin bajarse de la bicicleta, durmiendo una hora cada 23 y engañando al sueño hasta convencerle de su poca importancia. «Para eso se entrena, el cuerpo se adapta a una rutina», dice e incluso aprovechando el descanso para recibir masajes.

Sobre la bici es importante estar centrado en lo que haces y hacerlo todo sobre ella: comer pasta, carne, arroz triturado; cambiarte de ropa y calcetines; y apurar al máximo para, llegado el momento, aprovechar el rato del sueño. «Es como vivir encima de la bici».

Sus dos participaciones en la prueba gala, tercero en 2006 y primero en 2007, han aumentado su confianza. Un pasado de triatleta, con cinco ironmans en sus piernas, preludiaban un futuro en el fondo. Cuando las pruebas de 300, 600 y 1.200 se le quedaron pequeñas buscó retos más ambiciosos. «Hacer 1.200 kilómetros no es el doble de esfuerzo físico que hacer 200 pero sí hay un componente psicológico muy importante en el que intento mejorar».

Empleado en la oficina de una empresa de andamios como técnico de calidad, la financiación es uno de los aspectos mas complicados. ¿Y quién patrocina todo esto? «El presupuesto para Estados Unidos se pone en 40.000 euros y esa es la labor más dura, buscar apoyos entre las agencias de viaje, patrocinadores, material de bicicletas».

Antes de la Race, el 3 de mayo, protagonizará en Gasteiz un intento de récord mundial sobre un circuito de 24 kilómetros, al que estará dándole vueltas durante 24 horas. El objetivo es realizar 870 kilómetros. Simultáneamente en un circuito anexo se celebrará el primer ciclomaratón popular.

 

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