Los entrenamientos libres del fin de semana ya venían avisando de que las balas rojas llegaban a Malasia en buen estado de forma, pero nadie esperaba un dominio tan aplastante. Parecía que se avecinaba una de las batallas más abiertas de los últimos tiempos entre McLaren y Ferrari. Pero dos factores dejaron a los espectadores sin tan esperado duelo.

Por un lado, los Ferrari anduvieron más rápido de lo que nadie esperaba. Y por otro, la sanción que la FIA impuso a McLaren, relegó a Kovalainen y Hamilton a la octava y novena posición, respectivamente. Esa distancia entre las dos escuderías, y la inesperada salida en tromba de las balas de Maranello hicieron que la carrera quedara casi decidida desde el inicio.

Ya desde la salida del Gran Premio quedó clara cuál iba a ser la dinámica de la carrera. Felipe Massa y Kimi Raikkonen, que partían en la primera línea de parrilla, salieron como rayos, marcando los mejores tiempos. McLaren, en cambio, salía muy rezagado y con muchos rivales que adelantar.

Pero el equipo inglés no se dio por vencido en ningún instante. Kovalainen y Hamilton salieron furiosos y fueron adelantando a rivales difíciles como Webber o Heidfeld. El ritmo de Hamilton era excelente hasta que en la vuelta 19 entró en boxes. Los mecánicos del equipo McLaren tuvieron problemas para encajar la rueda delantera derecha y la parada del inglés se retardó hasta los 19 segundos. Esa pérdida de tiempo le hizo volver a perder muchas de las posiciones que había ganado.

Inesperado fallo de Ferrari

Por delante Raikkonen y Massa seguían a lo suyo y marcaban vueltas rápidas una tras otra. Poco a poco la diferencia entre el dúo de cabeza y los demás pilotos iba en aumento, y la emoción se iba diluyendo. El finlandés adelantó a su compañero de equipo en una de las paradas de boxes, y tras esa parada, cuando Massa iba detrás de Raikkonen, el brasileño se salió inexplicablemente de la pista. Algunos apuntan a que la salida de pista fue fruto de un fallo técnico. Otros, en cambio, afirman que fue un fallo de conducción del piloto. De todos modos la situación de Massa empieza a ser preocupante, ya que lleva cero puntos en dos carreras disputadas, teniendo uno de los mejores coches del campeonato.

Robert Kubica fue el más beneficiado de ese inesperado «accidente» del piloto brasileño. Y es que el piloto polaco que salía en cuarta posición, pasó a ocupar la segunda posición de la carrera.

Pocos sobresaltos hasta el final

A partir de ese momento la carrera se caracterizó por la tranquilidad. Hamilton y Alonso acosaron a los pilotos que les precedían, pero no hubo casi ningún adelantamiento hasta que cruzaron la meta. Kubica mantuvo un meritorio segundo puesto. En el tercer escalón del podio se clasificó Heikki Kovalainen y demostró que puede dominar un gran coche, superando a 6 pilotos desde la salida.

En cuarta posición entró un sensacional Trulli, que teniendo un coche con muchas carencias, logró un gran puesto. Tras el italiano llegaron Hamilton, que remontó muchas posiciones, Heidfeld, Webber y en octava posición y cerrando los puntos Fernando Alonso, que se mostró satisfecho con el resultado.

Parece que los nervios estuvieron más calmados que en la carrera de Melbourne. Y es que si en Australia solamente 7 coches cruzaron la línea de meta, ayer fueron 17 los pilotos que finalizaron la prueba.