El comienzo del sexto año de ocupación en Irak dejó ayer medio centenar de muertos y decenas de heridos. En Bagdad, hombre armados abrieron fuego desde tres vehículos en una avenida comercial del barrio de Zafaraniya, matando a 7 personas e hiriendo a 16, según una fuente del Ministerio de Interior.

Poco después, un coche-bomba estalló matando a cinco personas en el barrio chií de Shola. Al este de la capital, un proyectil cayó sobre un inmueble del barrio de Kamaliya, causando la muerte de cinco personas. Un obús cayó sobre una casa matando a tres miembros de una familia, mientras que al norte de Bagdad, hombres armados mataron a una persona.

Pero además, la propia «Zona Verde», donde las medidas de seguridad son extremas en torno a las sedes del Gobierno iraquí y las embajadas de EEUU y Gran Bretaña, fue objeto de salvas de mortero, que hirieron a cuatro personas. Un primer ataque tuvo lugar a las 6.30 y provocó un incendio. Sólo cuatro horas después, al menos ocho disparos de mortero cayeron sobre la misma zona. El ataque se repitió a las 16.30 y a las 20.30. En Mosul, doce militares iraquíes fallecieron en un atentado kamikaze y 35 resultaron heridos, según el balance del Ejército de EEUU, que lo atribuyó a al Qaeda. El atacante lanzó un camión-bomba contra una base militar. Cerca de Kirkuk, cuatro militares perdieron la vida cuando una bomba explotó al paso de su patrulla.

Además, un responsable de la Policía de Baquba y una persona que iba con él fallecieron cuando su vehículo fue atacado. Y los enfrentamientos que se registraron en el centro de la ciudad entre hombres armados y policías se saldaron con un muerto.